domingo, 8 de marzo de 2009

90 días de penitencia (34)

Desayuno:
· Café cortao
· Tostada de pan integral con aceite y jamón

Repito. El jamón se deja querer y servidor es débil. En todo caso esto de engordar, engorda para bien.

Almuerzo:
· Ensalada de apio, pimientos y atún
· Guisantes con jamón
· Vino tinto, procuro que no sean más de dos
· Pan integral
· Manzana, kiwi y naranjas en batido

Tengo unas ramas de apio en la mesa de la cocina que se me están estropeando a ojos vista. Antes de que sea demasiado tarde, tomo los tallos más grandes y hermosos, los de dentro que todavía están de muy buen ver, y los limpio y dispongo en un plato ancho para ponerles por encima y cayéndose alrededor si es menester, un picadito que hago con pimiento rojo, aceitunas, pepinillos y alcaparras. A este picado le añado mayonesa lai, un chorrito de zumo de limón, sal, pimienta y el atún bien escurrido. Todo esto va sobre los tallos de apio, que cada cual se servirá en su plato individual.
Con guisantes congelaos. Aviso, que el que avisa no es traidor. Es lo que hay. En una cazuela amplia y que tenga su tapaderita, hago un refrito con poco aceite y con media cebolla, dos dientes de ajo, una hoja de laurel, una zanahoria y medio pimiento, todo picado a gusto del consumidor. Le doy un par de vueltas y echo los guisantes, para dar otras dos o tres vueltas y que se integren en el refrito, vamos para que se pongan brillantes y bonitos. Luego les pongo un poco de sal, pimienta y azafrán molido con otro poquito de sal, que ya son dos poquitos por la que le echamos antes, luego tenemos la sal necesaria. Añadimos un chorreón de vino fino y cubrimos con agua los guisantes, tapando la olla para que se hagan a fuego medio durante un tiempo prudencial, vamos que dé tiempo a que se arruguen los guisantes, señal de que están hechos, y no se consuma todo el líquido de la cocción, que para eso se tapa a medias la cacerola. Cuando ya casi están los guisantes, se añade jamón cortado fino y en tiritas, bastante, no hay que cortarse porque es la alegría del plato. Para estos guisantes con jamón hay varios trucos, uno es sacar un poco del líquido de la cocción y ligarlo con un poco de harina de maíz, pero eso a nosotros no nos vale. En cambio el de cuajar un huevo echándolo al mismo tiempo que el jamón, es decir casi al final de la cocción de los guisantes, sí que puede ser un buen truco y rico además.
El batido de manzana está buenísimo. Exprimís una naranja y el zumo lo ponéis en el vaso de la minipimer. A continuación añadís dos manzanas, peladas y sin simientes, además de troceadas; por último le añadís cuatro o cinco kiwis, obviamente pelados y troceados también. Y ahora a darle caña con la batidora hasta conseguir un batido suficientemente líquido, pero no necesariamente totalmente líquido, que no es para tanto. Poned el resultado en cuencos individuales y los ponéis en la nevera al menos media hora antes de su consumo. Al servirlos, le va fenomenal una hojita de hierbabuena.

Merienda:
· Un café cortao
Estoy en un curso, como queda dicho, así que aprovecho un descanso de quince minutos para tomarme un café en el ambigú del campus del Carmen.

Cena:
· Pisto con huevos de codorniz
· Gurumelos a la plancha
· Roscos
· Tres cervezas
· Un whyski
· Muffins

Hay cine. José Luís Ruiz ha puesto en marcha un mes de la fotografía con la nueva asociación que ha creado, Latitudes 21. Al margen de la excelencia de las múltiples exposiciones, está un ciclo de cine alemán, con películas históricas como “El Ángel Azul” y otras, más algunas novedades. Voy a la proyección, se ve mal, quiero decir que es en una sala no precisamente cinematográfica, la de la Caja de Ahorros o como quiera que se llame ahora. El problema no es técnico, sino arquitectónico o funcional, quiero decir que la cabeza del señor de delante no te deja ver la película, no hay inclinación. Un desastre. Pero me encuentro con Begoña, con quién comparto jurado de la prensa en el Festival de Cine de Huelva. Termina la proyección y nos vamos a donde lo de Jeromo. Pisto con huevos de codorniz y gurumelos. Ella es de Valverde, así que gurumelos a la plancha, para saborearlos en todo su esplendor. Tres cervezas, un kilo de gurumelos que le compro al señor que le lleva los gurumelos a Jeromo y luego un whyski en el Saxo, un garito que está al lado. Magnífica noche de cine y de conversación. Un placer.
De vuelta a casa un vasito de leche y un muffin de chocolate. Un día es un día.

No hay comentarios: