viernes, 8 de enero de 2016

Una de indios


Muy fácil y con un resultado brutal. Simplemente una advertencia previa, limpiar los riñones eliminando la ternilla blanca del interior, trocearlos y dejarlos en agua con un poco de vinagre diez minutos más o menos. Volver a lavarlos y escurrirlos bien.
Riñones al curry
Salteamos en una cazuela cebolla, un diente de ajo, tomate sin piel ni pepitas (yo en esta ocasión he empleado unos tomatitos sherry porque se me estaban estropeando, no por otra cosa), manzana, tomillo, perejil, culantro y una poca de sal porque luego viene el caldo que ya lleva la suya. En seis o siete minutos el sofrito, a fuego lento, estará ya terminado.
Añadimos entonces caldo de pollo o del puchero y curry. Bueno, el curry primero, lo integramos en el refrito y luego el caldo.
Salteamos los riñones en una sartén, los apartamos, los rociamos con limón y los echamos a la salsa que se estará formando en la cazuela. Probad de sal. Ea, po ya está, fácil y más o menos rápida. Servid con arroz basmati y no veas como vais a quedar con cuatro perras que os habéis gastao. Condiós, o como diría un indio, jau rostros pálidos.

miércoles, 6 de enero de 2016

Cosas por hacer


Muy probablemente no habrás elaborado nunca la auténtica ensaladilla rusa, y a lo mejor incluso no has estado nunca en el país de la Dama Eléctrica. Es la tierra del amor, donde podrás sentir emociones que nunca antes tuviste, nuevos sonidos y movimientos, es una tierra donde el bien y el mal yacen juntos mientras el amor eléctrico penetra el cielo. Deberás escuchar a Jimmy Hendrix, el que nunca morirá, y luego ya te pones a cocer verduras para hacer la auténtica insalata russa, ensalada rosa en español, o ensaladilla rusa, como aquí la hemos traducido tirando por la calle de en medio. En fin, cuece las verduras que quieras, pero que no falte la remolacha porque entonces no será una ensaladilla rusa, una insalata russa. Ah, las alcaparras tampoco, le dan el toque ideal.
Ensaladilla rusa
Ingredientes: remolacha, patata, zanahoria, judías verdes, guisantes, alcaparras, aceitunas, pimiento morrón... Lo que más te apetezca, ma sempre barbabietola e capperi. Ligas todo con una mahonesa aligerada con un chorrito de agua, pones al Hendrix a toda leche, sacas birras en abundancia y a huir.

viernes, 1 de enero de 2016

Casi un ceviche

Continuamos este año con la tradición de poner fotos entre malas y malísimas, como esta, pero es lo que hay. Os propongo un modo de refrescar la resaca con un plato sensacional y con mucho culantro o cilantro, como se suele llamar al Coriandrum sativa, que tiene propiedades digestivas y estimulantes.
Ceviche (o casi) de calamar, rape y pulpo
En primer lugar, y por esto no es un ceviche puro, cocemos(1) el rape, el calamar y el pulpo, en agua con sal, cada uno por su lado y según sus exigencias pero en todo caso no hace falta cocerlos del todo, pues el proceso lo terminaremos dejando el pescado macerar con limón.
En un bol amplio dejamos el pescado, convenientemente laminado, sumergido en limón algo rebajado con agua, sal, pimienta y guindilla (cayena por ejemplo) picada muy fina, sin simientes.
Con media hora es suficiente. Montamos el plato, que ya está terminado, de la siguiente forma. Abajo unas láminas de pulpo, de rape y aritos finos de calamar, con algo del líquido en el que estuvo macerando el pescado y que es sobre todo limón. Sobre ellos unos cortes de tomatitos sherry de colores, por ejemplo, maíz y apio finamente laminado, cebolla morada cortada en medios aros, y culantro a discreción.

(1) En los ceviches tradicionales se usa pescado crudo que se cuece con el limón, pero yo, por si los anisakis, prefiero darle un punto de cocción.