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domingo, 9 de noviembre de 2008

Mejorar la presentación (y el sabor)

Ayer volvía a hacer la tarta de chocolate con guindilla y canela. La verdad es que está sensacional, pero ahora la he modificado, vamos que hago otra parecida pero menos contundente, más ligera o como más bizcocho de chocolate y no como la que está en este blog, que es exclusivamente para quienes se lanzan a por el chocolate en cuantito lo ven. Bueno, la tarta nueva, ya os la escribiré, que ahora mi intención era deciros que la sirvo, la tarta picantita de chocolate, con un fondo de sopa de vainilla, un crujiente y unos frutos rojos de esos que se cultivan aquí y se venden allá, por los países bárbaros.
De momento os explico como hago la
Sopa de vainilla.- Se ponen en un cazo cien gramos de azúcar y cuatro yemas de huevo, a fuego suave. Se va removiendo hasta que se intengran bien uno y otro, apartando el cacharro. En otro cazo mayor se pone medio litro de leche al fuego, y cuando empieza a hervir, se añade un palo de vainilla, cortado a la mitad y ambas mitades al centro, y otro medio palito de canela. Se dan unas vueltas y se espera unos minutos a que la leche tome el sabor de la vainilla y de la canela. Todo esto sin parar de mover y procurando que no hierva más la leche pero que alcance buena temperatura. Se cuela la leche y la vainilla se recupera y guarda para otra ocasión, yo al menos así lo hago, pues a un palo de vainilla le saco al menos tres veces esta sopa de idem. Bueno, pues se vuelve a poner la leche al fuego y le añadimos la mezcla de azúcar y yemas que teníamos preparada. Se mezcla bien y se le da un calentón. Se acabó. Meterla en un jarro o en lo que sea y cuando se enfríe, a la nevera con ella para que esté fresquita.
El plato se monta con una porción de tarta al medio, la sopa en el fondo y el crujiente y los frutos rojos de manera que compongan bien. Sólo me queda deciros como hago el
Crujiente de canela.- Muy fácil, cojo una lámina de pasta filo y le pongo canela y azúcar glace por encima. La meto en el horno y cuando veo que está doradita pues la saco y rompo todos los trozos que me dé la gana. A qué es fácil. Pues ya está. Los frutos rojos los compro en el super o me los regala Lola, que está metida en el sector. Agur.