viernes, 9 de septiembre de 2016

Más barato imposible

Creo que con este plato he reventao todos los récords del mundo. Vamos a ver, los calamaritos estaban a 2'60 en el Maradona, si me entraron treinta y siete en el kilo quiere decirse que cada calamar me ha salido a siete céntimos. Como son cuatro, pues veintiocho centímos. Y esto es con diferencia lo más caro del plato. Si no, cuando terminéis de leer la receta me decís cuánto calculáis que es el precio final del plato. Yo creo que no llega a cuarenta centímos.
Calamaritos en salsa de mejillón
ingredientes:

  • cuatro calamares pequeños
  • una cucharada de mahonesa de bote
  • dos mejillones cocidos
  • un rabanito
  • una hojita de lechuga
  • una pizca de tomillo

elaboración:
Se echan en la plancha los calamares cuando esté el hierro caliente. Es sólo vuelta y vuelta, para que queden tiernos, pues si están más tiempos del debido el músculo se comprime y se ponen duros los calamares. Estos y todos.
Se meten en el vaso de la minipimer dos mejillones, una cucharada de mahonesa de bote y un chorrito mínimo de agua del grifo. Se le mete caña y queda una salsita ligera y muy sabrosa de mejillón.
Se emplata más o menos como se ve en la imagen superior, o como a cada cual le dé la real gana.
Lo dicho, que a cuarenta céntimos no llega el precio del plato ni de coña.
N. del A.- Ayer hicimos una cena unos cuantos e hicimos pizzas, entre ellas una de calamares y mejillones. Este plato que he compuesto hoy ha resultado de cuatro calamares que sobraron y tres mejillones que también sobraron a saber por qué ignota razón. El caso es que estaba todo allí, en la nevera, y al volver del curro, como los niños comían fuera, pues yo me he trincado estos mínimos restos y me los he zampado tan ricamente. Mientras almorzaba, ya con la Vuelta a España en el televisor, he reflexionado sobre el coste del plato y sobre eso que tantas veces hemos escuchado: no se tira ná, que está la vida mu mala.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Más bacalao (y todavía me queda)

Un clásico que se puede hacer de muchas maneras. Yo os propongo una a vuestro aire, con mucha verdurita para que no sea solo el tomate quien domine el sabor de esta manera de preparar vuestro
Bacalati con tomati
ingredientes:

  • bacalao
  • aceite
  • harina
  • cebolla
  • ajos
  • puerro (opcional)
  • apio (opcional)
  • zanahoria (opcional)
  • pimiento (opcional)
  • tomate triturado
  • perejil
  • orégano
  • pimienta 
  • azúcar 
  • sal

elaboración:
Como en todas o casi todas las fórmulas para hacer el bacalao con tomate, lo desalamos y luego lo secamos o escurrimos antes de pasarlo por harina y a la sartén con los trozos para freírlos levemente, pues todavía le queda fiesta al bacalao.
A continuación hacemos un sofrito con cebolla y ajos, más lo que cada cual le quiera poner. En el caso presente yo le he puesto un poco de puerro, apio, zanahoria, perejil y pimiento verde. Pues a este refrito, cuando la cebolla esté pochada, se le añade tomate triturado, pimienta, orégano, sal y una punta de azúcar por lo de la acidez del tomate. Ea, pues ya está. Esperamos a que la salsa esté, o lo que es lo mismo, a que el tomate esté casi frito, y añadimos los trozos de bacalao. Un último calentón y a la mesa con este espléndido bacalati con tomati. Saludos, y os avanzo que mañana vamos a hacer unos colegas y servidor masa de pizza auténtica del sur, del sur de Italia. Luego vamos a reproducir la preferida de Sheldon Cooper, el petardo de The Big Bang Theory, la que cena los miércoles y nosotros vamos a hacer el jueves. Si eso, os la paso.

martes, 6 de septiembre de 2016

Un poco de bacalao y de sentido común

El menos común de los sentidos, pero necesario para todo. En la cocina, también. Hoy me van a permitir vuesas mercedes que vuelva a las andadas y no ande dándoles ingredientes ni tiempos ni nada de eso, sino que me vaya directamente a la filosofía de este plato. Verán como se enteran perfectamente de lo que les quiero decir y en consecuencia, añadiendo un poco de sentido común, podrán hacer un estupendo
Bacalhau à brás o douro
Piensen que para hacer este excelente plato de bacalao portugués no tienen por qué utilizar lomos extraordinarios. Incluso podrán hacerlo con recortes, aunque yo prefiero utilizar partes no demasiado nobles pero que al tenerlas un día y medio en remojo me ofrezcan un desmenuzado en láminas, cosa que con los recortes no podremos conseguir. En fin, cada cual que utilice la parte del bacalao que quiera, nosotros la parte más cercana a la cola, pero donde todavía hay fundamento para hacer un buen bacalhau à brás o al douro que es como más comunmente se le conoce.
Por un lado vamos a poner los trozos de bacalao en agua ya caliente al fuego -medio/bajo-, pero sin que llegue a hervir el agua. Con diez minutos o un cuarto de hora bastará.Reservamos para que se enfríe un poco y poder desmenuzarlo.
Por otro lato y mientras el bacalao está al fuego cortamos patatas paja y las ponemos en remojo con objeto de que luego queden sueltecitas y no se amalgamen en el revuelto final. Bien, pues cuando lleven un cuarto de hora en remojo las sacamos y las dejamos escurrir. Un vez escurridas las ponemos a freír en abundante aceite y a buena temperatura, para que queden crujientes y doradas.
En una sartén amplia se sofríe cebolla cortada según el gusto de cada cual, a mí me gusta más bien fina porque le doy poca cocción en el refrito, quiero decir que en cuanto empieza a ponerse transparente le echo el bacalao desmigado encima. Dos vueltas y media y el mogollón de patatas paja por encima. Ahora una vuelta solo y un par de huevos batidos por encima, a mover con la cuchara de madera dos veces, pacá y pallá, ya está. Se apaga el fuego y se mueve ahora otro par de veces o tres como mucho, porque simplemente ya está. Adornamos con perejil y aceitunas negras para que quede mono y se acabó. Ni sal ni pimienta ni sandiós bendito. Es un revuelto de bacalao con patatas y ya está, solo que formidable. Ea, troncos, hasta luego que me voy al curro.Condieu.