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lunes, 23 de octubre de 2023

Guisos con menos grasas

 

Calamares con garbanzos

Ingredientes: Calamares, mejillones, garbanzos, cebolla, ajos, puerro, apio, calabaza, zanahoria, pimiento rojo, romero, tomillo, orégano, pimentón, azafrán, pimienta y sal.

 


Elaboración:

1. Tendremos en remojo los garbanzos de un día para otro.

2. Limpiamos los calamares.

3. En un cacharro amplio ponemos un fondo de agua y la calentamos, echamos ahí los mejillones y tapamos hasta que se abran. Se cuela el agua que queda de abrir los mejillones, porque luego va a la olla.

4. Se pondrá todo en frío y cubierto de agua, la de los mejillones y más para cubrir todo. En la olla exprés con media hora desde que empieza a pitar se supone que será suficiente. En todo caso se abre y si les falta cocción a los garbanzos, pues se pone al fuego, pero ya destapada, hasta que los garbanzos estén en su punto.

sábado, 4 de febrero de 2023

Del baúl de los recuerdos

 

Calamares a la riojana

ingredientes:

  • calamares
  • cebolla
  • ajo
  • pimiento verde
  • vino blanco
  • tomate triturado
  • pimentón
  • pulpa de pimiento choricero
  • azúcar
  • pimienta
  • sal

elaboración:

Como siempre, fácil. Refrito de cebolla, ajo y pimiento verde de los de freír, a gusto de cada cual, que después siempre estáis con que no pongo cantidades. Pues yo a veces pongo un diente de ajo y otra vez pongo dos, yo qué sé, según como tengo el cuerpo. En fin, seguimos. Cuando veamos que la cebolla se está poniendo transparente, añadimos un vasito de vino blanco, subimos el fuego y a los dos minutos lo bajamos de nuevo y añadimos una lata de tomate triturado (el contenido, no la lata) de las pequeñas. o la cantidad que os venga bien, según los calamares que vayáis a preparar. Damos dos o tres vueltas, ponemos sal y pimienta a gusto de cada cual, un poco de azúcar por lo de la acidez del tomate, y echamos los calamares bien limpios (yo he hecho medio kilo de calamares de aquí de la costa, pequeños, luego no hace falta cortarlos, solo separar la bolsa del resto y limpiarlos bien) y aquí, según cada cual, se le puede añadir un poco de la tinta de un calamar, pero poco en todo caso. En el mío, en mi caso, no le he querido poner tinta porque me gusta más el color que le da el tomate y la pulpa del pimiento choricero, que ya la venden en botecitos lista para su empleo. Ea, pues ya está. A fuego medio con el cacharro a medio tapar y hasta que veamos que se ha hecho la salsa.

Se pueden acompañar de arroz blanco, de patatas fritas o, como hemos hecho esta vez, con nada. Los calamares los hemos acompañado de más calamares porque la verdad es que están buenísimos. Esto es lo que ocurre cuando te transportas al pasado, que hay comidas estupendas casi olvidadas pero que son un auténtico lujo.

miércoles, 21 de agosto de 2019

langostinos con miel y canela???

Pues sí, langostinos y unos calamares de lujo. Con miel y canela, especiados y sobre un cuscus. Un plato sobresaliente y, aunque no lo parezca, muy fácil. Empecemos.
Tayine de calamares y langostinos
ingredientes:

  • calamares
  • langostinos
  • pasas
  • cuscus
  • aceite
  • canela
  • limón
  • perejil
  • cilantro
  • cominos
  • albahaca
  • cúrcuma
  • jengibre
  • tomillo
  • sésamo o ajonjolí
  • pimienta
  • sal

elaboración:
Por un lado haremos el cuscus según indicaciones del fabricante, aunque lo normal es simplemente hidratarlos añadiendo agua caliente. Se dejan un rato y ya está.
Los langostinos los pelamos y las cabezas las cocemos en agua y sal para obtener un caldo que luego utilizaremos.
Ponemos un puñado de pasas en remojo.
En una cazuela o una tayine, si la tenéis, pondremos una lámina de aceite y al mismo tiempo una cebolla rallada o picada muy fina, un diente de ajo también picado, los calamares troceados, jengibre seco molido y tomillo. Damos unas vueltas hasta que la cebolla empiece a ponerse transparente y entonces añadimos un poco de canela y las pasas que teníamos metidas en agua. Un par de vueltas y el zumo de medio limón. Una vuelta y media para añadir el agua de cocer las cabezas de los langostinos. Terminamos de cubrir con agua y subimos el fuego. En tres minutos más o menos añadimos miel. A esperar que reduzca todo el conjunto y se acabó. Adornamos el plato con sésamo o ajonjolí y piñones.

sábado, 21 de julio de 2018

calamares con peras

Cuando tienes unos calamares de extraordinaria calidad porque los pescó el Valen con anzuelo, y Alfredo te pide que hagas algo especial, pues te sale un plato como este que creo merece la pena intentar hacerlo -es tela de fácil- y el resultado es tan sorprendente que, cuando acabamos, nos fuimos a san Google bendito para ver si a alguien se le había ocurrido hacer algo así, y no. Hemos sido los primeros en combinar calamares y peras, pero en el fondo están los guisos norteafricanos de carne muy especiada al que se le pueden añadir zanahorias, calabazas... y ya llegado el caso pues manzanas o peras, ¿entendéis? Bueno, pues es igual, yo os digo que es muy buena combinación y que el resultado es sorprendente. Especias, frutas, calamar... En fin, nada nuevo o sí, ya lo probaréis.
Calamares con peras
ingredientes:
calamares que sean de calidad
peras del tipo blanca de Aranjuez o blanquilla, que estén firmes
ras al hanut, mezcla de especias a vuestro gusto
cebolla
perejil
cilantro
pimentón
sésamo
nueces o el fruto seco que quieras
sal
elaboración:
Para tres calamares de buen tamaño pela y trocea menuda una cebolla. La pones en una cazuela amplia con los tres calamares limpios y troceados, a fuego medio. Quince minutos después, más o menos, añades una cucharadita de especias elegidas por ti, en mi caso he utilizado un ras el hanut de elaboración propia, es decir, que me pongo delante del especiero y hago la mezcla que me da la gana, nunca me sale igual, pero eso es más divertido. En todo caso ya se vende el ras el hanut (lo mejor de cada casa) en muchas tiendas y no es complicado adquirirlas, también se pueden usar las llamadas especias para pinchitos. En fin, vosotros mismos. Seguimos. Pela y trocea una zanahoria y la añades. Pica menudo perejil y cilantro fresco y añádelo también al guiso, que seguirá a fuego medio y no hace falta añadir agua porque la que va soltando el calamar y la cebolla es suficiente.
Cuando el calamar esté ya tierno, se añaden cuatro o cinco peras, peladas y descorazonadas. Les dais ánimos y le decís que la vida es así de dura, y las echáis al guiso. Subimos el fuego y en dos o tres minutos están ya los calamares y las peras listas para emplatar. Se terminan de decorar con unas nueces, o con los frutos secos que queráis, una línea de pimentón dulce y sésamo o ajonjolí, como lo queráis llamar. Ea, a pasarlo bien, condieu.


jueves, 17 de noviembre de 2016

¡¡¡Pero cómo que compras sopas de sobre!!!



Mira miarma, una sopa se hace en un segundo y con dos euros mal contaos. Como ejemplo aquí tienes una sopa de marisco para dos personas por un euro más o menos (digo marisco en singular porque no quiero engañar a nadie). La receta pertenece a mi obra inédita "Cocina para palmaos", que Rafa Pérez me tiene guardada para editarla con motivo de la próxima crisis que venga, Dios mediante, Dios quiera que más tarde que pronto y que Dios nos coja confesaos, porque esta última nos ha cogío a más de uno en pelotas.

Sopa de marisco
ingredientes:

  • diez gambas arroceras, que están a cinco o seis euros el kilo y entran ciento cincuenta, pues haz los cálculos, pero será más o menos unos 20 céntimos.
  • dos calamares de esos pequeños, que están a seis euros el kilo y entran lo menos treinta, pues serán unos 40 céntimos.
  • laurel
  • aceite
  • media cebolla
  • un diente de ajo
  • tomate maduro
  • vino blanco
  • perejil
  • pimentón
  • azafrán, que es lo más caro, pero vamos a utilizar unas hebras nada más.
  • pimienta y sal


elaboración:
Cogemos las gambas y las pelamos, para poner las cabezas a cocer en una cazuelita con agua, su poca de sal y una hoja de laurel. El caldo resultante lo colamos y reservamos.
Refreímos la media cebolla rallada y un diente de ajo muy picadito. En cuantito la cebolla se ponga transparente añadimos al refrito un tomate maduro y pequeño, sin piel ni simientes y troceado también. Se dan dos vueltas y media y se deja que el tomate se vaya haciendo. Al momento, en un par de minutos, echamos los dos calamares, bien limpios y troceados, en aros el tubo y los rejos y la cabecita esa linda que tienen como queráis, en dos por ejemplo.
Damos dos vueltas y media, dejamos que se hagan los calamares un minuto y echamos el vino blanco, como medio vaso. Dejar que hierva todo y picar un poco de perejil para echarlo por encima de todo. Majamos unas hebras de azafrán con un poco de sal y las echamos sobre los calamares. El almirez lo limpiamos con agua para aprovechar el azafrán bien aprovechao (coño, conozco a uno que se llama Fran, a partir de ahora le diré Azafrán). Bueno, pues le ponemos un poco de sal, porque en el majao iba poca, un poco de pimentón dulce y pimienta. Removemos, añadimos agua suficiente y damos un hervor. Pues ya está. Cuando nos vayamos a tomar la sopita, sólo queda calentarla, echar las gambas que teníamos peladas y dar un hervor largo, como de dos minutos más o menos. Se acabó. A disfrutar.


viernes, 9 de septiembre de 2016

Más barato imposible

Creo que con este plato he reventao todos los récords del mundo. Vamos a ver, los calamaritos estaban a 2'60 en el Maradona, si me entraron treinta y siete en el kilo quiere decirse que cada calamar me ha salido a siete céntimos. Como son cuatro, pues veintiocho centímos. Y esto es con diferencia lo más caro del plato. Si no, cuando terminéis de leer la receta me decís cuánto calculáis que es el precio final del plato. Yo creo que no llega a cuarenta centímos.
Calamaritos en salsa de mejillón
ingredientes:

  • cuatro calamares pequeños
  • una cucharada de mahonesa de bote
  • dos mejillones cocidos
  • un rabanito
  • una hojita de lechuga
  • una pizca de tomillo

elaboración:
Se echan en la plancha los calamares cuando esté el hierro caliente. Es sólo vuelta y vuelta, para que queden tiernos, pues si están más tiempos del debido el músculo se comprime y se ponen duros los calamares. Estos y todos.
Se meten en el vaso de la minipimer dos mejillones, una cucharada de mahonesa de bote y un chorrito mínimo de agua del grifo. Se le mete caña y queda una salsita ligera y muy sabrosa de mejillón.
Se emplata más o menos como se ve en la imagen superior, o como a cada cual le dé la real gana.
Lo dicho, que a cuarenta céntimos no llega el precio del plato ni de coña.
N. del A.- Ayer hicimos una cena unos cuantos e hicimos pizzas, entre ellas una de calamares y mejillones. Este plato que he compuesto hoy ha resultado de cuatro calamares que sobraron y tres mejillones que también sobraron a saber por qué ignota razón. El caso es que estaba todo allí, en la nevera, y al volver del curro, como los niños comían fuera, pues yo me he trincado estos mínimos restos y me los he zampado tan ricamente. Mientras almorzaba, ya con la Vuelta a España en el televisor, he reflexionado sobre el coste del plato y sobre eso que tantas veces hemos escuchado: no se tira ná, que está la vida mu mala.

domingo, 31 de julio de 2016

Un clásico

Un clásico en los días de Navidad, pero también en verano es habitual. Sencillo y rápido aunque parezca lo contrario. Veamos cómo se puede hacer un fenomenal
Calamar relleno
ingredientes:
Calamares como es natural

  • Tocino de jamón de los recortes que quedan en la limpieza primera
  • Ajos
  • Perejil
  • Pimienta
  • Huevos
  • Pan rallao
  • Sal
  • Aceite
  • Cebolla
  • Laurel
  • Jengibre
  • Cúrcuma
  • Vino blanco

elaboración:
Es recomendable utilizar calamares de calidad, para que las bolsas aguanten la cocción. Limpiamos los calamares y troceamos la mitad de los rejos. En las bolsas ya limpias se introduce una cantidad, no excesiva si no luego se rompen en la cocción, de una mezcla que haremos con los rejos que hemos troceado, tocino de jamón, ajos y perejil, todo cortado muy fino. Terminamos la mezcla con un huevo crudo, pan rallao, pimienta y sal. Bien, pues esto lo metemos en las bolsas, que ya os he dicho que no metáis demasiado, se cierran con un palillo las bolsas y se ponen sobre un refrito de cebolla y ajo con una hojita de laurel, cuando está pochada la cebolla ponemos los calamares sobre el refrito, le añadimos pimienta, sal, cúrcuma y jengibre, damos la vuelta a los calamares, y ahora añadimos vino blanco. Dejamos que dé un hervor y cubrimos a la mitad los calamares. Bajamos el fuego y dejamos que se hagan tranquilamente. De vez en cuando miramos cómo va el asunto y ya está.
Se suelen servir con arroz blanco y una lechuguita al lao tampoco va mal. Se sirven con la salsa por encima, napándolos que le dicen los entendíos. Ea, hasta luego.

viernes, 1 de enero de 2016

Casi un ceviche

Continuamos este año con la tradición de poner fotos entre malas y malísimas, como esta, pero es lo que hay. Os propongo un modo de refrescar la resaca con un plato sensacional y con mucho culantro o cilantro, como se suele llamar al Coriandrum sativa, que tiene propiedades digestivas y estimulantes.
Ceviche (o casi) de calamar, rape y pulpo
En primer lugar, y por esto no es un ceviche puro, cocemos(1) el rape, el calamar y el pulpo, en agua con sal, cada uno por su lado y según sus exigencias pero en todo caso no hace falta cocerlos del todo, pues el proceso lo terminaremos dejando el pescado macerar con limón.
En un bol amplio dejamos el pescado, convenientemente laminado, sumergido en limón algo rebajado con agua, sal, pimienta y guindilla (cayena por ejemplo) picada muy fina, sin simientes.
Con media hora es suficiente. Montamos el plato, que ya está terminado, de la siguiente forma. Abajo unas láminas de pulpo, de rape y aritos finos de calamar, con algo del líquido en el que estuvo macerando el pescado y que es sobre todo limón. Sobre ellos unos cortes de tomatitos sherry de colores, por ejemplo, maíz y apio finamente laminado, cebolla morada cortada en medios aros, y culantro a discreción.

(1) En los ceviches tradicionales se usa pescado crudo que se cuece con el limón, pero yo, por si los anisakis, prefiero darle un punto de cocción.

viernes, 7 de agosto de 2015

Jibiones de anzuelo (calamares)

A cinco millas de la costa cantábrica, con sedal y un engaño que por aquí le llaman pez jibionera, se consiguen estos calamares de extraordinaria calidad. Si el pescador es un artista como mi tio sobrino primo el Valen, claro está.
En el mercado también se pueden conseguir, de modo que aquí lleváis una receta de jibiones o
Calamares en su tinta.- Un par de cebollas y un par de dientes de ajo o tres. La cebolla muy picadita y el ajo también. Se pochan a fuego lento, le añadimos un par de hojas de laurel y, mientras se pochan ajos y cebolla, vamos limpiando ocho o diez calamares de buen tamaño. La tinta (1) de todos ellos se va reservando en un pequeño bol y cuando la tengamos toda la rompemos y le añadimos agua caliente. La dejamos a un lado y continuamos, pues el guiso es bien fácil y ya casi está.
Limpios los calamares o jibiones y la cebolla bien pochadita, subimos el fuego, cortamos los calamares y los añadimos. Dos vueltas y sal, pimienta, pimentón y otras dos vueltas. Esperamos a que el guiso haga chup chup, pero en lugar de avecrem le ponemos tomate natural triturado y una cucharadita de azúcar. Anda que no. Ahora medio litro de vino tinto del bueno, agua hasta cubrir el guiso y a esperar que se quede en una salsita espesa y apetecible. Siempre a fuego medio, no tengáis prisa, cojones..
Disfrutamos con los olores que desprende el guiso, nos ponemos un vaso de vino (del que quedó en la botella) y damos gracias al cielo por lo guapos y tremendos que somos, por saber apreciar lo que es un calamar de primera división de los de tercera regional que, con todos los respetos, tienen las grandes superficies de traernos del Ïndico o de dónde coño los traigan, también por tener la suerte de haber nacido en un país tan maravilloso como este y, ya con las lágrimas en los ojos y a punto de entonar el Asturias patria querida, Paquito el chocolatero o el vino que tiene Asunción, nos terminamos la botella para poder ir abriendo otra.
Se sirven con arroz blanco que habremos puesto a hervir con sal y una hojita de laurel. Adornamos con una tira de pimiento del pico y un poquito de perejil recién cortado.

(1) La tinta del calamar no es como la del choco, de modo que toda, y aún así no conseguiremos el negro brillante que logramos con la de los chocos, sino otro color no menos hermoso, como el que se puede apreciar en la imagen superior.

domingo, 4 de mayo de 2014

Pizza de calamares a la luz de la Luna

A la luz de la Luna, del Diego y del Catorce, que nos iluminaron el día y luego ya estaban acostaos, como es natural, pero los mayores nos zampamos para cenar esta pizza que aquí veis retratada. Fácil y molona.
Pizza de calamares.- La masa con algo más de levadura de lo normal, para que levante luego. Una vez que ha reposado y tal, le pasamos el rodillo hasta dejarla muy finita, pero luego y una vez preparada con todos sus avíos, se deja reposar como un par de horas más y sale como aquí no se aprecia demasiado, aunque en el borde sí. Bueno, al final te sale un pan que te mueres de lo rico que está. Los ingredientes que puse fueron los siguientes. Abajo una capa de tomates maduros cortados en láminas finas, sobre los tomates los calamares bien limpios y rellenos de sí mismos, quiere decirse con sus rejos y sus huevas (les di un hervor para que estuvieran blanditos), entre medias algunas aceitunas negras y mejillones abiertos al vapor. Orégano y queso, ya está. Ah, no, bueno, un poco de aceite sobre la base y luego otro hilo por encima de todo. Ahora sí, ya está. Condieu.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Entrada para la entrada



Como los calamares rellenos son muy propios para el Año Nuevo, he recuperado una antigua receta de la cocina onubense (es de casa de los Miralles, creo que del recetario de Pepa Zamora) y la he tuneado un poco. A ver si os gustan estos
Ensalada de calamares rellenos de huevas y gambas con mahonesa de orégano.- Perdón por el título, que casi me salgo. Bueno, se toman unos calamares y se rellenan con sus rejos, el interior de una hueva cruda, un puñado de gambas crudas, un huevo crudo, pan rallado pero no demasiado porque las huevas ya hacen esa función, sal y pimienta. Se pondrán a cocer en agua con sal, una hoja de laurel y un chorreoncito de vinagre. Ea, po yastá.
Se presentan como en la fotografía. La mahonesa de orégano la hago poniendo mahonesa de bote en un bol, añadiendo una mijita de agua y orégano. La meneo hasta que está bien uniforme y se acabó. Estos calamares se comen fríos, por lo que se guardarán en el frigorífico para que, además, cojan cuerpo. Se aliñan primero y luego se les pone al ladito la mahonesa de orégano.
Al final, para que veáis, mucha prosa poética y se hace en un salto. Al final me voy a apuntar a la nouvelle cuisine esta de los ochenta que tanto pegó en los noventa y que nada se parece ya a lo que se hace en estos tiempos, que hay que ser poco menos que licenciado en Químicas para que te dejen entrar en una cocina. Bueno, queden ustedes con Dios y por si no nos vemos, Feliz Año Nuevo y a la crisis que le den por la baticola. Disfrutad, que la vida es breve, como un percebe, que por cierto hay que ver los precios por los que andan este año, y con lo breves que son. Los percebes digo. Abur

jueves, 15 de diciembre de 2011

En el relleno y en el fondo

Se trata de hacer un arroz con setas acompañado de un calamar relleno, también, de setas. He utilizado nízcalos, que es lo que tengo más a mano por estos pinares que nos circundan, unas tiras de boletus secos (que todavía me quedan de las que sequé hace dos o tres años) y otras dos clases de setas cultivadas, champiñones y setas de chopo. Los calamares eran congelados, así que no os podéis ni imaginar el precio total. Creo que no ha llegado a cinco euros el arroz para seis personas y me ha sobrado para llenar un tupperware en el que tengo arroz para por lo menos cuatro más. Estas que siguen son las pautas para un magnífico
Arroz con setas y calamaritos rellenos (de setas).- En primer lugar ponemos en remojo las tiras de boletus secos. En segundo lugar rehogamos unos nízcalos y cuando suelten toda su agua y esta casi se evapore, los retiramos del fuego y los reservamos. Cuando se enfríen un poco, los mezclamos con ajo picado muy menudo, perejil también picado, un huevo crudo y pan rallado. Con esto rellenamos los tubos de los calamares. A reservar de nuevo. En tercer lugar nos podemos tomar un vinito fino, que nos lo merecemos.
En un perol amplio de paredes bajas (paella) se rehoga media cebolla con dos dientes de ajo y un pimiento de los de freir, todo picado menudo. Se añaden al refrito, cuando esté listo, cuatro nízcalos, cuatro champiñones y tres setas de chopo. Todo bien troceadito. Rehogamos todo junto un minuto y añadimos los calamares rellenos que teníamos reservados. Cuando los calamares cambian de tamaño se añade sal, pimienta, perejil y yo le he puesto una pizca de tomillo, pero ustedes verán si se la ponen o no. Esto, a gusto del consumidor.
Antes de que se nos quede seco el guiso, añadimos vino blanco y esperamos a que se evapore. Entonces echamos el arroz, damos unas vueltecitas y añadimos agua en su proporción adecuada de dos y medio por uno. Esperamos a que el arroz esté en su punto (según el tipo de arroz que utilicemos) y dejamos reposar dos minutos. Sólo dos minutos porque con estos aromas por la cocina no vais a poder resistiros a meterle la cuchara o el tenedor, según lo que acostumbreis. Un abrazo y hasta pronto.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Americano, te recibimos con alegría

La mismísima Lolita Sevilla me llevó un día por la calle Concepción del brazo. Por el camino le evoqué una escena de "Bienvenido mister Marshall" y ella de inmediato me respondió con su magnífica y, a pesar de los años, deliciosa voz: "Americano, te recibimos con alegría..." y todo lo demás. Tengo que reconocer que fue la mar de divertido ir paseando del brazo de semejante personaje y sin necesidad de mp3 ni cuatros. Música en directo y a capella, casi nada.
Bueno, ahora no me acuerdo ya de lo que os iba a contar, o a recetar más bien. Ah, ya... sí, lo que os quería dar era una receta que hice el otro día, a ver si me acuerdo y le pongo todos los perejiles que le puse antier. Ahí van esos
Calamares en salsa americana.- Tomamos unos calamaritos de esos pequeños y deliciosos del Mediterráneo, de estas costas de por aquí o de donde quiera el Señor en su infinita bondad y paciencia que los hayan pescado esos barcos que tenemos dando vueltas por los cuatro mares, o por los cinco, que ya ni me acuerdo cuántos eran. Generalmente vienen del Índico, así que de allí. Pues nada, que cojemos los calamares y les quitamos los rejos para rellenarlos con ellos mismos. Les ponemos un palillito para cerrarlos y se reservan.
En una sartén ponemos un poquito de puerro a sofreir con una hoja de laurel, pimienta recién molida, un par de pimientas de cayena (guindillas de esas chiqueninas), su sal y un cuarto kilo de tomate triturado que irá a la cazuela una vez que el puerro esté medio transparente. Bueno, la verdad es que le pongo también un poquito de azúcar, pero como tengo la tensión alta pues no puedo decirlo para que no se entere mi médico. Continuamos: Cuando el tomate esté casi frito, le añadimos un vaso, de los de agua, de vino oloroso y los calamares que teníamos reservados, tres o cuatro para cada quisque, según tamaño. Ya está. El perejil lo dejamos para el momento de servir, ya que pondremos un bouquet (que bien fino y apetitoso que queda eso) de brotes tiernos a un lado del plato, tres o cuatro calamares con sus colitas apuntando al bouquet y napados con la salsa en la que se han hecho. Por último espolvoreamos perejil picadito muy, pero que muy fino y se acabó, que diría Maria Jiménez, la Pipa, esa cantaora como la copa de un pino que anduvo por Huelva trabajando un tiempo antes de desembocar en lo que es desde su nacimiento, una estrella, como la otra, como la Lolita Sevilla que me canturreaba aquello de "Americano, te recibimos con alegría..." Ay, que tiempos, que mores y que todo lo demás. Queden ustedes con Dios y yo con el diablo.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Invierno con calamares

Aprieta el frío y no apetece mucho una ensalada fácil de lechuguita y tomate, la verdad. Con unos calamaritos que tengan buena pinta y que ahora que llegan del Índico a punta pala están bastante baratitos, podemos hacer una ensalada tibia que seguro no os va a defraudar. Veamos cómo hacemos estos
Calamares rellenos de huevas y gambas.- En principio compramos huevas congeladas de bacalao, que son más baratas. Sólo nos hará falta una, así que con el resto hacemos lo que cada cual prefiera, pero lo más cómodo es cocerlas con su poquito de vinagre y sal, más una hoja de laurel y a otra cosa mariposa. Pero bueno, nosotros con la que hemos apartado, que esperaremos a que esté descongelada para abrirla y extraer todo lo que lleva dentro, es decir para quitarles la piel, que se desprecia. A este interior bergmaniano de la hueva le añadimos unas gambas crudas, como es natural peladas, pero las cabecitas no las tiramos, sino que las ponemos en una cazuela con agua, dos hojas de laurel y sal, y que es donde vamos a cocer los calamares una vez los tengamos rellenos y cerraditos.
Bien, seguimos. A las huevas destripadas y las gambas le añadimos los rejos del calamar picados, así como unas ramitas de perejil, sal, pimienta, un huevo crudo y un poco de pan rallado. Todo esto lo meneamos bien con las manos, de manera que quede todo bien integrado. Rellenamos con esta falsa los tubos de los calamares y los cerramos con un palillo o cosiéndoles la boca, para que se callen, que no hace más que charlar y charlar. Bueno, pues en la olla que teníamos las cabezas de las gambas con el laurel y la sal, echamos los calamares y los dejamos cocer hasta que estén tiernos, que no sé cuánto tiempo es por que nunca miro los tiempos, sino que miro cómo va y ya está.
Se sirven cortados en rodajas una vez tibios, no hirviendo por que se deshacen. Se acompaña de unas hojitas de lechuga, o de brotes tiernos formando una bonita composición en un ángulo del plato y se le pone al lado una cucharada de mahonesa de orégano (mezcláis mahonesa de bote con una mijita mínima de agua y un poco de orégano y ya está). Compone muy bien un poquito de rojo en el plato, por lo que podeis picar finito un poco de pimiento morrón y lo ponéis por el plato desperdigado, así como un poco de perejil picado muy fino ¿A que queda mono? Pues está mejor. Os lo aseguro.