
sábado, 31 de marzo de 2012
Cocina para supervivientes (6)

miércoles, 20 de abril de 2011
Torrijas y ¿una copita?
Los tres vinos son de auténtica categoría. Os lo puedo asegurar. Pues nada, cuando terminas de comer en Huelva no te ofrecen estas generosas maravillas de la tierra, y eso que son baratas, demasiado baratas a mi entender, no. Te ofrecen licores que te joden el estómago directamente, que te la terminan de armar, no un digestivo como este vino de naranjas absolutamente delicioso, puro terciopelo que te inunda de sabor y, por supuesto, de satisfacción. Pero, no. Aquí lo que toca es el pacharán casero, por los cojones, y el orujito de hierbas, esa cosa de color fluorescente que las autoridades sanitarias no sé qué coño hacen que no lo prohiben ya. En fin, ahí va lo de las torrijas.
Torrijas.- Como me he liado, seré breve: Se pasa el pan de torrijas por una mezcla, mitad, mitad, de vino dulce del Condado y leche. La leche de la que te hayan dao. Se procurará que el pan quede esponjoso, cuidando que el líquido llegue a su interior. Se escurre el líquido sobrante y se pasa por huevo batido. Se fríen y reservan. Ya está. En un cazo mezclamos miel con un poco de agua y le damos un calentón para que se mezclen bien. Se retira del fuego el cazo y se espera a que se enfríe un poco para no quemarnos las manos. Ya está, se pasan las torrijas por la miel y se ponen en la bandeja en que las vayamos a servir. C'est fini. Queden ustedes con Dios.
jueves, 9 de abril de 2009
90 días de penitencia (66)
- Café cortao
- Tostadas con jamón
Preparativos
- Cervezas
- Falafel con mahonesa de curry
Almuerzo
- Ensaladas de ahumados y queso al eneldo
- Tabulé
- Ensalada de zanahorias y mandarinas
- Arroz con garbanzos, espárragos y bacalao
- Mojama
- Espárragos con salsa tártara
- Vinos varios
- Sin pan
- Dulces de Rufino y del Dioni
La ensalada de zanahoria y mandarinas es más fácil aún. Se pelan y rallan zanahorias y se mezclan con gajos de mandarinas. Se les añade zumo de limón y sal. Nada más, ni aceite ni nada, sólo unas pasas que le dan un contraste muy bonito, así como una ramita de perejil en el centro con intención puramente decorativa.
El arroz es como el que hice el otro día en la comida con los del Instituto, sólo que en lugar de chocos llevaba bacalao. Sólo hubo un problema, que nunca supimos cuándo habíamos echado el arroz, así que después de discutirlo brevemente, decidimos que se hiciera el arroz cuando él lo creyera conveniente, que ya era muy mayorcito el arroz para hacerse él solito. En el Neolítico ya se cultivaba, y antes, en el Paleolítico Superior, se tiene constancia de que los Homo sapiens lo recolectaban y cuidaban de aquellos lugares donde surgía espontáneamente, quitando la mala hierba que pudiera competir con el arroz, por ejemplo, de manera que lo ayudaban a crecer: esto es, al menos, una protoagricultura que llevaría muchos miles de años atrás el nacimiento de la Agricultura, poniendo boca abajo todo lo que hasta ahora se acepta, pero en fin, dejemos a los científicos que nos vayan dando aviso de lo que investigan y descubren poco a poco. Un respeto por el mundo de la ciencia y sigamos con el arroz.
Dejado el arroz de la mano de Dios, realmente, nosotros seguíamos a lo nuestro confiados en que el arroz avisaría, como así fue. Llegó un momento en que empezó a oler a quemado, lo que los valencianos llaman socarrat. Luego en lugar de arroz caldoso, nos dispusimos a comer arroz en paella, qué más dará. El arroz estaba buenísimo y no le puse sal ninguna. Con el bacalao, que aunque estaba desalado, aportaba lo suyo; y el caldo de cocer las cabezas de las gambas y los langostinos, fue suficiente. En todo caso, alguien fue a la cocina y se trajo el tarro de la sal para que el que quisiera se pusiera un poco, pero casi nadie se puso sal, señal de que el arroz, aunque no fuera caldoso, estaba sabroso (¡Anda!, un verso: tengo que hacer el soneto a las bizcotelas de Rufino).
Vino hubo variado, cada cual trajo las botellas que Dios les dio a entender. Pan no hubo, a pesar de que Matías trajo un pan extraordinario de la Sierra y que yo había comprado un montón de pan esa mañana, a nadie se le ocurrió poner pan en la mesa, así que comimos sin pan y no pasó nada. Ojú, cómo están las cabecitas a estas edades.
Merienda
- Güisqui de la perdiz
- Pasteles
- Torrijas
Cuando empieza a refrescar nos metemos dentro. Más güisqui, más fiesta y torrijas, de las que hice antier con mi hermana.
Cena
- Ensaladas
- Espárragos
- Dulces
martes, 7 de abril de 2009
90 días de penitencia (64)
Desayuno
- Café cortao
- Tostada con aceite
- Zumo de naranja
Desayuno en el bar de la esquina con mi padre. Le compro el periódico y me largo para casa. Me hago un zumito de naranja y otro para él.
Aperitivo
- Dos cervezas
- Huevos de choco
- Habas enzapatás
- Cuatro manzanillas
- Ahumados y mejillones
Quedo ccon Abelardo en el Agmanir. Inevitable la cervecita con los huevos de choco. Circulan por allí unas habitas enzapatás y también caen. Luego a lo de Vito, la Bodeguita Ramírez. Y allí, manzanilla de Sanlúcar, unos ahumados (unas sardinas estupendas) y esos mejillones enormes y tan vistosos que no sabes si comértelos o ... Eso me dice un eminente urólogo cuyo nombre como comprenderán no voy a revelar. Pero desde luego los mejillones, bien miraos, no sabe uno si comérselos o ...
Almuerzo
- Ensalada de tomate y queso fresco
- Salchichas al vino
- Nopán
- Agua
- Macedonia de frutas
Una faena de aliño, que ya viene uno hartito. La ensalada apenas la pruebo y de las salchichas, que las hice esta mañana por los niños mayormente, me aparto un par de ellas. Con tres patatitas fritas. Lo juro, sólo tres. Las salchichas las hago fácil: echo en la cazuela siete u ocho dientes de ajo partidos a la mitad, con su piel y todo, más un par de hojas de laurel. Cuando los ajos empiezan a ponerse blanditos, echo las salchichas, de esas que venden en la plaza que son tan ricas. Un par de vueltas, sal, pimienta y un poquito de colorante. Un par de vasos de vino y otros dos de agua, que estén cubiertas. Se dejan a fuego medio con la cazuela destapada, pues se hacen enseguida y la cosa es que ligue la salsa. Si se hacen por la mañana, como yo las hice, para comer al mediodía, pues la salsa se liga solita ella sola mientras reposa.Un poquito de fruta diversa (several fruits), meneada con oloroso del Condado (meneing with County olorous ), y al catre.
Merienda
- Té con música
Me levanto tarde. A eso de las seis y media. Un tema movidito: This will be (An everlasting love), de la niña de Nat King Cole, Natalie. Estupenda voz y bendito ritmo que me hace situarme en el Universo. Y eso que es grande el hijo de la gran puta. El Universo, digo
Cena- Ensalada verde
- Alcachofas con guisantes
- Más agua
- Torrijas
domingo, 16 de marzo de 2008
Recuperar sabores e intención
Torrijas.- Que se hacen en un periquete. Bastará tomar pan de torrijas, y pasar las rebanadas primero por una mezcla de ocho partes de leche y dos de vino Pedro Ximénez o algún oloroso dulce de calidad (las partes yo las calculo a ojímetro). Después por huevo batido con una pizca de sal. Y a continuación a la sartén, que tendrá una buena cantidad de aceite de oliva virgen extra, picual, si puede ser.
Se van friendo tranquilamente las torrijas y una vez finalizado el proceso, mezclamos miel con un poquito de agua y la ponemos a calentar en un cacharro a fuego lento. Con ayuda de unas pinzas, vamos tomando las torrijas y las pasamos por esta miel rebajada con algo de agua, de un lado y luego del otro. Ya está. Ven cómo es sumamente fácil. Se trata de no hacerlas complicadas, de no poner azúcar en la leche, de no echar diez litros de miel, de procurar que el pan de torrija se esponje sólo lo suficiente, que se fría en su tiempo, hasta conseguir un bonito color dorado oscuro y en pasarlas por la miel necesaria para que, llegado el caso, te puedas comer diez. Rediez.