domingo, 31 de julio de 2016

Un clásico

Un clásico en los días de Navidad, pero también en verano es habitual. Sencillo y rápido aunque parezca lo contrario. Veamos cómo se puede hacer un fenomenal
Calamar relleno
ingredientes:
Calamares como es natural

  • Tocino de jamón de los recortes que quedan en la limpieza primera
  • Ajos
  • Perejil
  • Pimienta
  • Huevos
  • Pan rallao
  • Sal
  • Aceite
  • Cebolla
  • Laurel
  • Jengibre
  • Cúrcuma
  • Vino blanco

elaboración:
Es recomendable utilizar calamares de calidad, para que las bolsas aguanten la cocción. Limpiamos los calamares y troceamos la mitad de los rejos. En las bolsas ya limpias se introduce una cantidad, no excesiva si no luego se rompen en la cocción, de una mezcla que haremos con los rejos que hemos troceado, tocino de jamón, ajos y perejil, todo cortado muy fino. Terminamos la mezcla con un huevo crudo, pan rallao, pimienta y sal. Bien, pues esto lo metemos en las bolsas, que ya os he dicho que no metáis demasiado, se cierran con un palillo las bolsas y se ponen sobre un refrito de cebolla y ajo con una hojita de laurel, cuando está pochada la cebolla ponemos los calamares sobre el refrito, le añadimos pimienta, sal, cúrcuma y jengibre, damos la vuelta a los calamares, y ahora añadimos vino blanco. Dejamos que dé un hervor y cubrimos a la mitad los calamares. Bajamos el fuego y dejamos que se hagan tranquilamente. De vez en cuando miramos cómo va el asunto y ya está.
Se suelen servir con arroz blanco y una lechuguita al lao tampoco va mal. Se sirven con la salsa por encima, napándolos que le dicen los entendíos. Ea, hasta luego.

2 comentarios:

carnet manipulador de alimentos dijo...

tiene muy buena pinta y el relleno tambien!!!

El Pincho Moruno dijo...

Aunque sean laboriosos de hacer a mi me gustan tela los calamares rellenos como los que te has marcado.....o los del Bar Noya en la calle Sopranis de Cadiz......o los que te ponía Rafael a modo de aperitivo,siempre acompañados de una buena copa de manzanilla en su restaurante Aproa de Sevilla y cuya receta duerme el sueño de los justos en un papel de servilleta arrugado y escondido en cualquier viejo libro que ahora no me acuerdo y que algún día recordare, rescatare y contare.
Un abrazo.