domingo, 7 de diciembre de 2008

Invierno con calamares

Aprieta el frío y no apetece mucho una ensalada fácil de lechuguita y tomate, la verdad. Con unos calamaritos que tengan buena pinta y que ahora que llegan del Índico a punta pala están bastante baratitos, podemos hacer una ensalada tibia que seguro no os va a defraudar. Veamos cómo hacemos estos
Calamares rellenos de huevas y gambas.- En principio compramos huevas congeladas de bacalao, que son más baratas. Sólo nos hará falta una, así que con el resto hacemos lo que cada cual prefiera, pero lo más cómodo es cocerlas con su poquito de vinagre y sal, más una hoja de laurel y a otra cosa mariposa. Pero bueno, nosotros con la que hemos apartado, que esperaremos a que esté descongelada para abrirla y extraer todo lo que lleva dentro, es decir para quitarles la piel, que se desprecia. A este interior bergmaniano de la hueva le añadimos unas gambas crudas, como es natural peladas, pero las cabecitas no las tiramos, sino que las ponemos en una cazuela con agua, dos hojas de laurel y sal, y que es donde vamos a cocer los calamares una vez los tengamos rellenos y cerraditos.
Bien, seguimos. A las huevas destripadas y las gambas le añadimos los rejos del calamar picados, así como unas ramitas de perejil, sal, pimienta, un huevo crudo y un poco de pan rallado. Todo esto lo meneamos bien con las manos, de manera que quede todo bien integrado. Rellenamos con esta falsa los tubos de los calamares y los cerramos con un palillo o cosiéndoles la boca, para que se callen, que no hace más que charlar y charlar. Bueno, pues en la olla que teníamos las cabezas de las gambas con el laurel y la sal, echamos los calamares y los dejamos cocer hasta que estén tiernos, que no sé cuánto tiempo es por que nunca miro los tiempos, sino que miro cómo va y ya está.
Se sirven cortados en rodajas una vez tibios, no hirviendo por que se deshacen. Se acompaña de unas hojitas de lechuga, o de brotes tiernos formando una bonita composición en un ángulo del plato y se le pone al lado una cucharada de mahonesa de orégano (mezcláis mahonesa de bote con una mijita mínima de agua y un poco de orégano y ya está). Compone muy bien un poquito de rojo en el plato, por lo que podeis picar finito un poco de pimiento morrón y lo ponéis por el plato desperdigado, así como un poco de perejil picado muy fino ¿A que queda mono? Pues está mejor. Os lo aseguro.

1 comentario:

El Pincho Moruno dijo...

Y que ricos que están con una cañita de fresca manzanilla. Y lo que dan de si. Te pongo algo que leí un día sobre tan noble cefalopodo:

""Rebozados, a la plancha o fritos,
en medio de una barra bien
crujiente,
alimento y delicia de la gente,
calamares del mercado, fresquitos.

Estás pidiendo que te coma a gritos,
oh cefalópodo resplandeciente,
estimulas mi cuerpo y mi mente,
oh bocado de vientres exquisitos.

Desayuno, merienda o incluso cena,
ambrosía de tascas y de bares,
tu crujido a melodía me suena.

Adoro tus tentáculos singulares,
siento tu proteína por la vena,
!oh egregio bocata de calamares!""

Saludos.-

PD: estaré un tiempo "out", pues marcho a degustar al primo del calamar por Galicia pasando antes por Cabo de Palos para tomar un poquito de buena mojama Murciana y un buen caldero en el Mosqui. Le daré recuerdo de tu parte a las pulpeiras y me tomare unos ribeiros a tu salud.