lunes, 23 de marzo de 2009

90 días de penitencia (49)

Desayuno:
. Café cortao
. Nopán con fiambre de pavo

Desayuno de arrepentíos y traidores a la justa, noble y gozosa causa de la manducancia. En mi colegio y frente al despacho de Madame, había una enorme placa de bronce con el nombre de los miembros de la colonia francesa en Huelva que murieron en la I Guerra Mundial y abajo una leyenda: “Oublier c’est trahir”. Pues eso, olvidar lo que pasó ayer, por ejemplo, es traicionarte a ti mismo: mucho nopán con fiambre de pavo, pero ayer me puse mirando para Antequera y ahora me está esperando Lolita para ir al Club Náutico de El Rompido, al restorán en el que el Quino Freitas tiene el mejor pescado frito de la costa, donde curra además el Gandinga. Ojú, la que me espera. Luego les cuento.

Almuerzo:
· Pimentada
· Cañaíllas
· Acedías y chocos fritos
· Pulpo a la gallega
· Manzanilla (cuatro o cinco)
· Pan normal
· Tarta portuguesa

Bueno, pues así fue. Me encuentro con Agustín en la barra del restorán, hablamos de lo humano y de lo divinas que están las cañaíllas en este tiempo. Perfectas, sabrosas, con un sabor a mar extraordinario. Pido media docena y luego otra media.
Ya en la mesa, pimentada, acedías y chocos, más un pulpo a la gallega para quedar bien con los ancestros del Freitas, gallegos como su apellido avisa. Para rematar la faena, una tarta de esas de nata que hacen en Portugal.

Merienda:
· Fresas
Con un poquito de azúcar por encima. Excelentes, estamos en el tiempo.

Cena:
· Picadillo
· Tortilla de patatas
· Agua
· Nopán
· Fresas con leche y azúcar

Pepino, pimiento, tomate, cebolleta, gambas y huevas. Vinagre, aceite y sal. Para qué más.
Me apetecía tortilla de patatas y la hice para todos. Yo también la comí. Un trocito solo.
De postre, fresas otra vez. Ahora les puse azúcar y leche, todo a la minipimer y un excelente batido como resultado. Si mañana me acuerdo y tengo ganas, les pondré azúcar y las estriparé (desconozco la razón por la que la RAE considera estripar como una forma coloquial de destripar en Venezuela. Que yo sepa, en Huelva siempre se ha dicho estripar. Con espachurrar, pasa igual, al parecer hay que decir despachurrar. En fin, qué se le va a hacer) o espachurarré con el dorso del tenedor, que se noten. Y luego se le pone la leche y apenas se mueve un poco con la cuchara con la que te lo estás comiendo. Así las comíamos en casa cuando éramos pequeños y mi padre las sembraba en un rincón del jardín. Eran más pequeñitas que estas de ahora, pero yo al menos las recuerdo más dulces y sabrosas. En todo caso los caracoles y otros elementos incontrolados, que de fresas debían saber un montón, daban buena cuenta de muchas de ellas.

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