martes, 3 de marzo de 2009

90 días de penitencia (29)

Desayuno:
· Café cortao
· Nopán con aceite y tomate

En lugar de embutidos, tomate cortado en laminitas. No se puede refregar el nopán porque se rompe, así que laminitas de tomate por romper la rutina del embutido de los últimos días.

Almuerzo:
· Crema de verduras
· Pollo al horno
· Dos vasos de vino tinto
· Tres rebanadas de nopán (como si te comes quinientas)
· Una naranja guachi

La crema de verduras que le gusta a todos y que ya es la tercera o cuarta vez que hago. Cada vez distinta. Esta vez le he puesto calabaza, nabo y patatas, además de zanahoria, brócoli, apio, calabacín, cebolla, puerro y creo que ya está. Un chorreón de aceite, agua que las cubra, sal y al fuego media hora en la olla a presión. Suficiente. Luego la minipimer y se acabó.
El pollo también es para los demás, así que hoy no tengo que cocinar varias cosas a la vez. Al pollo le he metido un limón por salva sea la parte, después de introducirle un poco de sal y pimienta. Lo he cruzado, al limón también, con el pincho del horno y le he puesto un poco de aceite por todos lados, sal, pimienta y tomillo, por aquello de que tenga sabor a campo. En la bandeja del horno que estará debajo para recoger los jugos, he puesto tres dientes de ajo partidos a la mitad, dos hojas de laurel y un poquito de vino blanco. A 200º está bien de calor. A la media hora de estar dando vueltas el pollo en el horno, le he echado un poco más de vino por encima. Ha seguido en el horno otra media horita y ha salido con la piel de un hermoso color tostado, la carne fácil de desprender del hueso y abajo, en la bandeja una estupenda salsa para regar el pollo en el plato. En el mío, desde luego, unas hojitas de lechuga solamente. Al resto del personal, patatas fritas. Ellos, que pueden.
La naranja es navel late, que creo que es así como se llaman en realidad las que de toda la vida hemos llamado guachi, guachintón o guachintonas, esas del ombligo que tienen un perfecto dulzor y una correcta acidez. Estupendas.

Merienda:
· Té de Ceylan
Té, ordenador y música: cosas de my generation, como diría el Morrison.

Cena:
· Rollitos de jamón york
· Revuelto de setas y espárragos
· Un tinto
· Nopán

Mezclamos huevo duro picado, germinados de brócoli, que era lo que yo tenía en la nevera, o lechuga cortada en juliana, que es más propio que se tenga, piña de la de lata, también cortada en daditos pequeños, pepinillos y pimiento morrón en tiras. Se aliña la mezcla con sal, mostaza y pimienta, envolviendo las porciones de esta mezcla con finas lonchas de jamón york, apretando bien y en forma de rollito, como es natural. Se dejan en la nevera hasta el momento de comerlos.
Los rollitos y el revuelto son para Lola y para mí, que conste. Los espárragos de esos verdes y gordos que traen del Perú y cosas así, se trocean y se escaldan dos minutos en agua hirviendo. En una sartén amplia, se saltean en aceite bien caliente dos ajetes troceados, se añaden dos o tres champiñones laminados, unas setas de cardo también troceadas y tres o cuatro espárragos. Cuando están las setas en un punto apetecible, no demasiado hechas, se añaden dos huevos, pimienta y sal. Se revuelven bien con la cuchara de madera y cuando vemos que el huevo empieza a cuajarse, se retira del fuego y se sigue meneando y revolviendo todo hasta lograr el punto deseado, pero los huevos deben quedar más babosos que cuajados.
Lola come pan normal, servidor el pan integral este tostado que es etéreo. Sí, ese que os decía que se consumen más calorías masticándolo de las que aportan estas rebanaditas, o lo que es lo mismo, que adelgazas más comiéndote tres paquetes y medio, cada uno con cuarenta rebanaditas, que una sola de ellas.

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