lunes, 9 de febrero de 2009

90 días de penitencia (7)

Desayuno:
· café cortado (leche semidesnatada)
· Tostada con aceite y jamón


Ayer compré un montón de pan porque tenía invitados. Pero entre que los niños se fueron, uno a Islantilla con los amigos a pasar el fin de semana y el otro que anda con campeonatos de tenis, mi novia que se quedó en Matalascañas porque tiene mucho trabajo, y que además mi padre está en el Hospital desde hace unos días ingresado, pues fuimos pocos a la mesa. De modo y manera que esta mañana me he hecho unas tostadas, pequeñas, eso sí, con pan normal. Les he puesto aceite y jamón, que me ha dicho mi cuñao que a ver si dejo de sacar jamón del hueso que luego no me va a servir ni para echarlo al puchero. Así que tendré que comprarme un jamón. Pediré un crédito.

Almuerzo:
· Mi escalivada
· Pollo a lo que caiga
· ½ vasito de vino tinto de crianza
· Pan integral en tostadas o biscotes
· Yogur natural desnatado


Mirad, yo la hago con lo que tengo, y vosotros igual, con las verduras que tengáis, pero que deben ser más o menos estas: cebolla, tomate, pimientos de los de asar y luego calabacines, berenjenas, ajo… Lo mejor es coger una fuente de horno, cortar en ruedas de algo más de medio centímetros el calabacín, la berenjena (con la piel si queréis, o no), la cebolla y el tomate. Los pimientos de asar, rojos y verdes, en trozos aparentes para con el resto. Se les pone por encima un par de dientes de ajo muy picaditos, o dos o tres, los que os parezca. Se echa un poquito de sal y de aceite de oliva y al horno con la escalibada. Cuando la verdura esté hecha, pero que siga estando crocante, no dejadla que se haga demasiado (a mí me gusta casi cruda), pues la ponéis en el plato y le podéis poner por encima un hilo de salsa Perrin’s o salsa de soja, como es sólo un hilo, pues no pasa nada. Seguimos a dieta, no olvidadlo. Las vacaciones fueron ayer.
El pollo a lo que caiga se hace de la siguiente manera: fileteamos unas pechugas y les ponemos sal, zumo de limón, media cebolla rallada, aceite de oliva, jengibre rallado, pimienta de cayena (si nos gusta el picante, si no, pues no), pimentón, pimienta, orégano, tomillo, ajo muy picadito, perejil y, si tenemos, culantro (hojas de cilantro fresco). Revolvemos con las manos los filetes para que se aliñen con todo lo anterior y con media horita o un cuarto de hora que estén macerando sobrará. Se ponen a la plancha vuelta y vuelta. Estupendos. Se sirven con un poco de ensalada verde al ladito, que queda más mono y refrescante. Ah, lo de a lo que caiga es porque estábamos mi cuñao y yo preparándolos y se cayeron del estante de las especias el bote de cayena molida, el de tomillo y el de orégano, así que de los tres les pusimos un poco al pollo. Lo que os digo, excelente, rico, rico, rico, como diría el majarón del vasco este que no me acuerdo como se llama y que lo conocí en el Festival de Cine de Huelva, donde le presenté una película que había producido y luego nos fuimos a comer y luego de fiesta, y así unos cuantos días, que es un tío la mar de majo. El Arguiñano, coño, el Carlos Arguiñano, un auténtico crack.

Merienda:
· Té sólo
Hoy té solamente, que ayer estuvo la cosa buena.

Cena:
· Ensalada de chocos
· ½ vasito de vino blanco joven.
· Pan integral.
· Dos peras y una manzana


Ayer me sobraron chocos (sepias), porque hice menos arroz del que esperaba haber tenido que hacer. Así que tomé uno más pequeño y lo puse en la plancha. Cuando estuvo bien asadito por un lado y por otro, lo corté en tiras procurando quemarme los dedos lo menos posible, le puse aceite, vinagre de vino y sal gorda. A continuación lo cubrí con cebolleta fresca picada en juliana y con perejil picado finamente. Glorioso. Luego dos peras y una manzana. Por hoy está bien. Mañana será otro día y poco a poco, creo que debo estar adelgazando, aunque no me atrevo a acercarme al peso hasta que no pase un mes, no vaya a ser que me lleve un chasco y mande todo esto del plan a tomar por culo. Hasta mañana, troncos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hágote saber Sancho, que es moda de caballeros andantes no comer en un mes.
... y de Leonardos 3 meses.

Bernardo Romero dijo...

Illo, yo comer, lo que es comer, como tos los días. Lo de don Alonso Quijano es harina de otro costal, y de Leonardo, da Vinci, puso un restorán que tuvo que salir un día por un ventanuco de la parte de atrás porque la clientela se lo quería comer vivo. Descubrió la cocina de autor minimalista un porrón de siglos antes, y eso se paga. En este caso con una carrera campo a través. Pero dime quién eres, que estáis todos los de la tercera edad igual, cojones. Aninternautas funcionales, que es lo que sois. Poned por lo menos vuestro patrómico cuando termináis de escribir, para saber quién sois. Un abrazo, porque seguro que eres un colega.

Unknown dijo...

Más Flaco estará, ¡Oh Bernardo!
pero estarás más sano
el cuerpo desmayado en el ahíto
Y en la escuela divina
el ayuno se llama medicina
y esotro, enfermedad, culpa y delito
El hombre, de las piedras descendiente
¿dura generación, duro linaje!

Adaptación del Sermón Estoico de Censura Moral de Francisco de Quevedo.

EL Anónimo

Bernardo Romero dijo...

Un colega y un crack, me cago en la leche que mamate. Ahora me ha dao por leerles poemas a los alumnos al principiar las clases, y el otro día les di con don Francisco de Quevedo un tablonazo que se quedaron pasmaos. Pensaban los pobres que el miope era lo del hombre a la nariz pegada y poco más. Ja. Bueno, tron, cuando pierda quince kilos o dieciséis, tinvito en lo de Migué a habas con choco y birras a tutiplé. Ja, ja, eso fijo. Un abrazo.