miércoles, 18 de febrero de 2009

90 días de penitencia (16)

Desayuno:
· Zumo de naranja
Con naranjas de mi árbol, que lo tengo en el patio cargaíto todavía.

Aperitivo:
· Dos copitas de manzanilla (de Sanlúcar, por supuesto)
Media de gambas y dos cigalas

Ha venido mi hermano de Santander para ver a mi padre, y servidor le acompaña a tomar una caña. Mayormente por cumplir, que uno es cumplido como un portugués. Las gambas, excelentes, blancas y frescas, con todo su bigote. De las cigalas mejor no contarles nada para no ponerles a ustedes, que son gente respetable en su mayoría, los dientes largos. En cuanto a las dos cañas de manzanilla, que el Señor y la dieta me lo perdonen.


Almuerzo:
· Crema de verduras
· Lenguado a la plancha
· 1 vaso de vino blanco del Condado
· Un trozo de pan integral.
· Fresas
De la crema de verduras que hice ayer por la noche, un plato hondo. Calentito. Luego un lenguado mediano, quitadas las tripas y puesto sobre la plancha cuando estaba suficientemente caliente. Un poquito de sal gorda por encima, unas gotas de limón y ya está. Este pescado es delicioso y no hace falta nada más. He comprado acedías del palangre para la noche, un poco más adelante les cuento. De postre, no he tenido tiempo de hacer nada, así que fresas, las últimas de las que compré el otro día. Solas, están estupendas estas candongas.

Merienda:
Hombre, como al mediodía fue lo de las gambas y las cigalas, más las dos copitas de manzanilla, alguna oliva y un rosco, pues mejor me salto la merienda, así que nada.

Cena:
· Pescaíto (acedías) en blanco
· ½ vaso de vino blanco
· Un trozo pequeño de pan integral.
· Natillas


Este es el pescaíto en blanco que me hacía mi madre cuando estaba malito. Se pone agua con un chorreón de aceite y otro de vino a calentar, añadiendo sal, pimienta blanca, una hoja de laurel, medio pimiento cortado a lo largo, medio tomate cortado a la mitad y un trozo de cebolla. Se deja en el fuego unos veinte minutos, que hierva tranquilamente, con la cazuela tapada. Destapamos la olla y ponemos un par de acedías del palangre (o el pescado que a ustedes les venga bien) y las dejamos cocer unos cinco minutos. Se sirven en plato las acedías con el pimiento, el tomate y la cebolla más el caldo que a cada cual le apetezca tomar.
Para las natillas hiervo un vaso de leche con un cuarto de palito de vainilla abierto a la mitad. Mientras cuece la leche con el palo de vainilla, bato un huevo con una cucharada sopera de azúcar. En el cuenco donde tengo el huevo batido con el azúcar, vierto la leche utilizando un colador para recuperar el palo de vainilla (que guardo en la nevera envuelto en papel transparente para otro día), meneo bien todo con las varillas hasta conseguir que la mezcla sea absolutamente homogénea. En una platera de metal, echo las natillas y las pongo al horno, a 160º un cuartito de hora. Las saco, las dejo enfriar y les pongo canela molida por encima. Se ponen en la nevera, al menos veinte minutos, que estén fresquitas y tomen el cuerpo que tienen que tomar.

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