domingo, 15 de febrero de 2009

90 días de penitencia (13)

Desayuno:
· Café cortao
Hoy, sin tostás ni ná. A ver si llega fin de mes y me compro un jamón.

Almuerzo:
· Ensalada de alubias con gambas
· Cordero al horno
· Vino tinto (con moderación, pero sin cortarme, que es mi día libre)
· Pan integral y roscos
· Pastelitos


Hoy es mi día libre, así que un moldecito de alubias de bote, ya cocidas, y encima unos trocitos de aguacate y unas gambas (ha comprao un kilo de gambas blancas en la plaza a 20 euros, increíbles de precio y de calidad no os podéis ni imaginar. La crisis es lo que tiene). Culmino con unos brotecitos tiernos y unos pepinillos en vinagre cortaditos en palitos. Sal, vinagre y aceite. El plato correctamente vestido de perejil picado muy fino.
Como tengo invitados, pongo un par de patas en el horno, a 200º, con unas incisiones hechas para que se haga bien en su interior (tos por iguá, valientes). Las rocié con un poco de aceite de oliva, eché entre ellas y alrededores unas hojas de laurel y unos dientes de ajo cortados a la mitad, con la piel y todo. Sal, pimienta y a esperar. Cuando estuvieron ya cogiendo un hermoso color dorado, les añadí vino blanco del Condado y se acabó. Las saqué al momento de servirlas y sobre la mesa las fui cortando. Al lado de la carne ponía un montoncito de brotes tiernos, diferentes de los de la ensalada anterior, para variar. La carne la cubría con la salsita que dejaron en el fondo de la fuente. Soberbio el cordero (aplausos del respetable y salida al tercio para saludar).
Los pastelitos los trajo Lolita, mi novia. Cayeron dos o tres… o cuatro, que no me acuerdo bien.

Merienda:
· Leche templada con canela y azúcar
· Dos pastelitos

Los pastelitos son pequeños, no asustaros.

Cena:
· Sashimi por tataki de ventresca de atún
· Vino blanco del Condado (Mioro Gran Selección)
· Rosquitos de Almonte.
· Manzana al horno


Esta mañana encontré un atún de categoría en la plaza de abastos. Entre los lomos de atún cortado en tacos, había algunas otras piezas que no suelen aparecer normalmente por Huelva, aunque sí por Isla Cristina, donde tiene la suerte de vivir Felipe Luzón, autor de “La cocina del atún” (también dónde está el restaurante de Rufino, uno de mis favoritos de todo el mundo mundial: si no lo conocéis, ya sabéis lo que tenéis que hacer, está en la carretera de la playa, y además de genial y sorprendente en sus elaboraciones, tiene una materia prima absolutamente de primera categoría). Del libro “La Cocina del Atún”, de Felipe Luzón, he tomado esta versión nacional del sashimi japonés. Tomamos una ventresca de atún y la ponemos a marinar con zumo de naranja, salsa de soja y azúcar, realizando la mezcla a gusto de cada cual. Tengo que advertir que Felipe en su libro añade caldo concentrado de carne, pero yo he preferido versionar su receta y la verdad es que me ha salido bien. Seguro que a mi admirado gastrónomo isleño le sale mejor, obviamente, pero uno siempre hace las cosas a su gusto, que es como tiene que ser. Bueno, para que la mezcla cubra bien la ventresca, he tenido que añadir algo de agua, pero no importa. Lo hice por la tarde y me comí la ventresca esta misma noche. Pero lo que iba a ser un sashimi se convirtió en un tataki. Esto es como cuando cantas unos tientos tangos, o una bulería por soleás. Pues igual. El caso es que puse una sartén a calentar y pasé el atún por ella cuando estaba el hierro bien caliente. La cosa está en hacer la parte de fuera de la ventresca, pero que el interior quede crudo. Esto es un tataki, el sashimi es simplemente crudo, es decir un paso menos. Vosotros mismos.
Sobre lo de los rosquitos de Almonte, habrá que aclarar dos cosas, una que en Huelva se les llama roscos a los colines o picos en general. Y dos, que son unos que hacen en una panadería de Almonte y que se encuentran en Carrefour o en Hipercor, que son absolutamente extraordinarios. Ahora, otra cosa es que se encuentren fuera de Huelva, que no lo sé.
Las manzanas al horno son las que incluyo en mi “Huelva en su salsa. 1000 recetas de cocina”, pero por si no habéis comprado aún el libro (por Internet: hergue.com), que deberíais haberlo hecho ya, si no a ver de qué vive servidor y cómo se compra un jamón el mes que viene, pues os doy la receta: Se descorazonan las manzanas, que mira que hay que ser desalmado para hacer eso con la pobre fruta. El interior se rellena con un palito de canela, azúcar y brandy del Condado. Se meten en el horno a 180º y cuando la manzana está blandita, pero no pochada, se sacan y se comen aún calientes.

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