domingo, 22 de febrero de 2009

90 días de penitencia (20)

Desayuno:
· café cortado (leche semidesnatada)
· Tostada de pan integral con aceite de oliva


A ver si llega fin de mes, cobro y me puedo comprar un jamón, que están de precio estupendamente. La crisis, que puede con los mejores.

Desayuno (2):
· Menta poleo

Estoy por el centro y me encuentro a Jesús “Chico” Fernández Jurado, que iba con Pilar Rufete y Carmen García Sanz, arqueólogas como él. Bueno, ellas arqueólogas y él arqueólogo, que me lío más que la ministra esta que se inventa los currículos y es virgen laboral, la que dice lo de las miembras y disparates así por el estilo. Sí, hombre. Esa que el padre es amigo de Felipe González y la han colocado de ministra, nada menos. Desde luego hay gente con suerte. Pues bien, uno no desperdicia la oportunidad de charlar con gente inteligente, así que me arrimo a los tres y mientras ellos toman café, yo muy propio me tomo una menta poleo. Para que veáis que también sé portarme bien.

Almuerzo:
· Ensaladita normal con filete de caballa
· Potaje de vigilia
· ½ vaso de vino tinto. Crianza
· Un trozo pequeño de pan integral.
· Natillas ligeras


A estribor un tomatito de esos canarios pequeños cortado en rodajas formando una media luna, completando el plato un bouquet de brotes tiernos y desde los tomates como escalando el bouquet, dos filetitos de caballa. Un poquito de cebolleta fresca cortada fina por encima, sal y vinagre de la bodega de Telesforo, de Trigueros. Un poquito del aceite de la lata, que es de oliva, también. Me encanta el filete de caballa desde que lo descubrí en el ambigú del Instituto Rábida, donde hice COU. Bueno, exactamente donde me matriculé de COU. El curso lo saqué al año siguiente en el “Alonso Sánchez”, una mala tarde la tiene cualquiera y nueve meses de malas tardes, pues también. Pero me lo pasé muy bien, que conste.
Puse anoche garbanzos en remojo y al lado otro cacharro con agua y el bacalao, del desmigado, que es más barato y total para desmigarlo yo, que se desmigue él. Tengo espinacas congeladas enteras y descongelo un taco. Esta mañana me levanté a las siete menos cuarto para hacer el potaje antes de irme al Instituto a trabalhar. Puse los garbanzos en la olla con el agua de su remojo, y el bacalao desmigado enjuagado tras sacarlo del agua en el que estaba desalando y que cambié dos o tres veces. En realidad este bacalao desmigado, lo cambias un par de veces de agua y en diez horas está más soso que el pan de régimen. Bueno, pues le pongo una cabeza de ajos, enterita, dos hojas de laurel y le cierro la olla pero sin apretar ni poner válvula ni nada de eso. En una sartén pongo una lámina de aceite a calentar y echo media cebolla bien picada, medio tomate sin piel ni pepitas y troceado groseramente, que ya saben que es insultándolo un poco (por ejemplo, a la olla, mamón), así como medio pimiento verde también troceadito. Refrío todo bien y le añado las acelgas, que ya están descongeladas como es natural. Remuevo bien y le añado un poco de comino majado con sal. Dos vueltas más y todo a la olla donde están ya empezando a cocer los garbanzos. Ahora sí que cierro la olla y pongo la válvula. Subo a lavarme los morros, peinarme y hacerme una faena de aliño. Bajo, desayuno lo mentado supra y apago el fuego. Luego, cuando vine de trabajar, mientras hacía la ensalada y tal, pues puse otra vez la olla al fuego, ya sin tapar, trituré unos garbanzos con un poco del agua del potaje, y los volvía a integrar en la olla para que espesaran un poco la salsa. De lujo.
Acabo de descubrir en la nevera unas natillas que no sé si son de ayer o de antier, pero están estupendas. Me las como, como es natural.

Merienda:
· Té con sabor a vainilla
· Una galletita cubierta de chocolate


Es el que compré al principio de la dieta. Lo acompaño con una galleta con cobertura de chocolate que le mango a mi padre que está merendando muy bien. Se recupera.

Cena:
· Tortilla de espárragos trigueros con champiñones
· ½ vaso de vino blanco joven.
· Un trozo pequeño de pan integral.
· Una manzana


Una tortillita de dos huevos para el niño. Pongo un cazo con agua a hervir y cuando hierve echo cuatro espárragos trigueros de los cultivados, de esos gordos que venden ahora. Troceados, claro está. Los dejo en el agua, hirviendo o blanqueándose, como prefieran, dos minutos, los saco y escurro en un colador de metal, bueno, en el colador de metal, en el único que tengo. En una sartén pequeña salteo en poco aceite de oliva tres champiñones de buen porte que acabo de cortar en láminas. Bato dos huevos y les añado los espárragos, los champiñones salteados, perejil y un poco de sal. Todo a la misma sartén en la que refreí los champiñones, por dos razones: para no usar más cacharros y porque ya está engrasada. El truco de una tortilla, como sabéis, es que la sartén esté bien caliente, así no se nos pega. Eso de que las antiadherentes van mejor o que las sartenes viejas ya no sirven, es un camelo. Yo tengo en casa sartenes con más edad que el andar para atrás y ahí están, en perfecto estado de revista y con una solera en el culo que se mide ya por centímetros de roña negra y requemada.

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