jueves, 17 de abril de 2008

La tarta del cumple

Es tradición excelente la de celebrar los cumples con tartas en el Instituto donde he recalado este año. Cada cual elabora la que más le gusta o la que mejor domina y después, en el Recreo y mientras los tiernos infantes devoran con fruición enormes bocadillos de chopped pork, algunos de los profesores, los que no tienen guardia de recreo, obviamente, se refugian en la sala de profesores y desayunan la tarta en cuestión. De este modo he podido recorrer Andalucía este curso tarta a tarta, ya que en esta profesión es muy común el andar desplazándose los interinos de un lugar a otro, por lo cual un interino sin un gepeese, hoy en día, no es nadie.
El otro día me tocó a mí. Cincuenta y dos, pero no se lo digan a nadie, ya que tengo previsto que a partir del año que viene los voy a cumplir para atrás. Faltaría más. A mis queridos compañeros de curro les llevé una tarta de frutas, entre otras cosas porque el día estaba soleado y el resultado es la mar de primaveral, aunque en verano también sigue siendo absolutamente apetecible esta
Tarta de frutas.- En el vaso de la batidora eléctrica pondremos requesón, nata líquida y tres huevos, además de cinco o seis cucharadas soperas de azúcar. Las cantidades, las que marcan el sentido común, que estoy harto de decirlo: un bote pequeño de nata líquida, un requesón de los que venden en el supermercado, del tamaño habitual, que tendrá algo así como doscientos o trescientos gramos, vamos, digo yo. Bueno, continuamos. Hacemos hojaldre o, mucho mejor, compramos hojaldre de ese que venden congelado y en planchas. Esperamos a que se descongele, tal como avisan las instrucciones de uso, y extendemos una por un molde desmontable y de paredes no demasiado altas. A continuación vertemos la mezcla obtenida en la batidora eléctrica, que deberá estar bien fina y homogénea, y lo ponemos en el horno, a 225º y creo que durante unos treinta minutos. Pero en todo caso, vais mirando y cuando haya subido y se vea que la mezcla tiene consistencia como para aguantar después a la fruta encima.
Pues bien, media hora, cuarenta minutos o el tiempo que fuere menester, sacamos la tarta del horno y le ponemos encima la fruta, formando una composición lo más hermosa posible. A la fruta la pasaremos antes por un almíbar espesito que habremos hecho antes, mientras cuece la tarta en el horno. De este modo quedarán brillantes las frutas y apetecible la tarta. Por ejemplo, las fresas tienen un corte precioso a la mitad, dejándoles las hojitas del tallo. De las naranjas se pueden utilizar los gajos y si son muy grandes se parten en dos por el medio pero no a lo largo. El platano en la mitad, erecto, con dos medias peritas sanjuaneras debajo, queda de lo más sugerente.... En fin, aleluya, aleluya, cada cada uno con la suya, con su imaginación quiero decir. Y ya está, a disfrutarla con salud, criaturitas mías.

1 comentario:

Moe de Triana dijo...

¡Mú buenas miarma!

Que sepa usté que me asomo por aquí pa buscar recetitas de guisos que poner en la tasca.

Un saludasso mú grande, tiene una servessita pagá en la tasca, cuando quiera se pasa y se la jinca.