Mira María del Rosario, esto es rápido y fácil. Se trata de hacer un refrito con mucha cebolla, y cuando digo mucha es mucha, para que luego te salga un arroz cremoso y con un hermoso color negro intenso. Otra clave es utilizar tinta de choco, no de calamar, que no es lo mismo. De choco que no veas cómo es. La receta de este
Arroz negro con langostinos y almejas, por ejemplo, es la que sigue: Primero quitar la cabeza a los langostinos y hacer un caldo con ellas, agua, sal, laurel y un chorrito de vino. Eso que se vaya haciendo a su aire y luego lo reservas. Por otro lado abrimos las almejas y los mejillones, o las navajas o lo que le quieras poner, por si hubiera alguna con tierra que no te fastidie el arroz. Por otro lado, se limpian los chocos y se les saca con cuidado la tinta: lo ideal es extraer la bolsa de la tinta entera y con tiento sostenerla con dos dedos por la parte de abajo, por el fondo de la bolsa, e ir presionando con otros dos dedos para abajo, de modo que la tinta salga ella solita en dirección a un recipiente que tendremos dispuesto abajo, por ejemplo un vaso con agua tibia.
Otro cálculo que debemos hacer con mimo es el de las cantidades. Por cada taza de arroz dos tazas y media de caldo (el de cocer las cabezas de los langostinos, el vino tinto, y el agua con la tinta del choco).
Ea, pues ya está. Primero un refrito con mucha cebolla, por ejemplo una cebolla entera, tres o cuatro dientes de ajo, un pimiento de los de freír y una zanahoria. Los chocos o el choco si es grande o mediano, se troceará y se hará junto al refrito, pues de este modo estará tierno al final. Cuando el refrito casi está, se añaden dos cucharadas soperas de tomate triturado. Sal, pimienta, tomillo y si te apetece un poquito de pimentón dulce. Se echa el arroz, se saltea un poco para que se pringue y luego quede suelto, y se añade un cuarto de litro de vino tinto. Se espera que reduzca el vino a la mitad y se añade entonces la tinta del choco que habremos extraído de su bolsita (las uñas se te quedan negras para una semana más o menos si no lo haces con tiento) y hemos mezclado con agua tibia. Se añade a continuación el caldo de cocer las cabezas de los langostinos y se menea todo el conjunto hasta que veamos que la tinta lo ha inundado todo. Ea, pues a esperar a que el arroz esté en su punto, y cinco minutos antes se añaden los mejillones, sin sus conchas, las almejas, unas sin y otras con concha, y los cuerpos salerosos de los langostinos. Una vez terminado el arroz, se dejará reposar dos o tres minutos tapado con papel de plata (es más bonito decir papel de plata que de aluminio, que queda más frío y menos lírico) antes de servir, que se servirá con un poquito de perejil recién cortado por encima y unas tiritas de pimiento morrón, que queda precioso.
1 comentario:
Querido Bernardo:
¿Se te olvidó hacer la foto al principio de la comida o los comensales no te dieron cuartelillo?
Seremos benévolos y aceptaremos que ese arroz tiene que estar de muerte lenta. Besitos.
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