sábado, 27 de junio de 2009

Cocina fusión

Hace un tiempecito, tuve oportunidad de probar unas albóndigas que hicieron unas rumanas para una fiesta de estas interculturales que hacen en los pueblos para integrar, según dicen. El caso es que las albóndigas estaban buenísimas, pero como quiera que las integrantes habían hecho las albóndigas y no paraban de darle al bailongo, y como quiera también que en la barra había más integrantes preparando mojitos y otros monumentos etílicos por el estilo, pues se me fue el santo al cielo, las rumanas con lo que pillaron por allí a la playa mismamente y yo al hotel de vuelta pero dando muchas vueltas hasta encontrarlo, que no os podeis ni imaginar como se menean las calles cuando pasas, como las barandillas del puerto, pues igual.
Hace otro tiempecito similar tuve oportunidad de aprender a facer unas albóndigas al modo magrebí que eran prácticamente iguales a las mentadas supra, y como quiera que yo hago unas albóndigas parecidas pero con menos sabor, menos especiadas quiero decir, pues me animé a elaborar unas albóndigas como dios, alá, o la madre que parió a los dos, me dio a entender. El resultado es simplemente sensacional y viene definido por la fusión de lo que no sé cómo coño lo hacían, por lo que me enseñaron a hacer y por lo que yo hacía. Un lío, pero mediterráneo al fin y al cabo, que es a lo que vamos. He aquí el ángel del Señor que anunció a María... digo, he aquí cómo elaborar y luego disfrutar de unas espléndidas
Albóndigas fusión.- Se pica carne de ternera y de cerdo a partes iguales, para que el cerdo aporte sus inigualables grasas y para que no digan que tenemos prejuicios religiosos. Se le pone un poco de pimienta de cayena molida, a gusto de cada cual, que hay a quién le gustan más picantes y a quién menos. Se majan cominos con sal y se añaden a la mezcla, procediendo de igual modo, quiere decirse que cada cual pone el comino que le viene en gana, pero no demasiado, que luego canta un montón. Se añade también un poco de perejil, sal y pimienta, como es natural. A continuaçao se le pone un chorreoncito de leche y su poquito de pan rallao, para mezclar todo bien con las manos y hacer unas albóndigas que se recomienda que no sean de sobrado calibre, sino más bien pequeñitas que quedan más finas y presentables. Pues bien, las pasamos por harina y las freimos un poco, sacándolas de la sartén en cuantito empiezan a ponerse doradas, pues una vez fuera de la perola, como el calor sigue actuando, se pondrán ya doradas del todo, pero no demasiado, que es lo que hay que evitar.
A continuación echamos en una cazuela amplia, de diámetro considerable queremos decir, donde pondremos una lámina de aceite a calentar, tomate triturado con crema de verduras, en una proporción de uno a tres aproximadamente, una parte de tomate triturado y tres de crema de verduras. Se le da un calentón y cuando empieza a freirse el tomate y las verduras, se añaden las albóndigas, esperando unos minutos a que se forme una salsa espesita y las albóndigas estén terminadas de hacer, lo cual no es demasiado tiempo, pues recordarán que las albóndigas ya estaban fritas y doraditas.
Se presentan en un plato sobre un montoncito de arroz basmati que habremos lavado cuatro o cinco veces con anterioridad para que pierdan almidón y quede sueltecito. Por encima de las albóndigas y a un lado y de manera artística se pondrá la salsa que hicimos con el tomate y las verduras, y por encima de todo y decorando el plato también, culantro (hojas de cilantro fresco) recién picado. Absolutely recomendeibol.

5 comentarios:

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Ole Bernardo que bien pinta esto, ¿no?
A mi las albondigas me gustan en el primer tiempo, es decir, cuando están sólo fritas. Hace poco estuve en una boda y las daban de entremes con una salsa de mostaza y me pasó como al lepero con las olivas. Me dijeron los que estaban alrededor mio: a nosotros también nos gustan las albondigas, a lo que yo contesté: pero más que a mi no.
Creo que me las comí todas.
Las probaremos como dices.
Un abrazo.

Bernardo Romero dijo...

ja, ja, ja, eres un crack. El que quiera almóndigas, que se las haga o que no se quee dormío. Un abrazo.

Superchoco dijo...

Absolutely apetecible.
Recordarle al miarma que se cuide con el ansia, que no son conguitos.
El viernes me pasó a mí lo que a usted, maestro. Las calles se movían y por lo visto no fue nada sísmico. Mi compadre decía que era etílico.
En fín. Que esto de las fusiones es lo que tiene, que uno se lía a probar...
Supersaludos, maestro.

Su dijo...

Esto es lo que tiene genial internet, la posibilidad de conocernos.
He pasado un rato magnifíco con tus cosas, y darte la enhorabuena por tu trabajo, es de las típicas cosas que nos enriquecen a todos y encima disfrutamos...osea : la leche!!

Superchoco dijo...

No se enfade usted, conmigo, maestro. Dele tiempo al superhéroe, que poco a poco irá poniendo a los villanos en su sitio cualquiera que sea su color, raza y condición, jejeje. Paciencia, maestro, usted sabe de esto. A fuego lento se hacen los mejores platos, no?.
Supersaludos.