miércoles, 3 de septiembre de 2008

Se nos va el verano

Sin calor, suavito como el año pasado e incluso como el anterior. Se nos va el verano y nos hemos enterado de lo que es el calor. Claro que hablo de Huelva, aquí en el litoral, pero en todo caso, el clima parece que está cambiando y los veranos ya no son tan veranos por aquí. Cuentan quienes de esto saben que pudiera estar relacionado con el cambio climático, con el calentamiento global. De hecho también es novedoso que las tormentas tropicales que terminan siendo huracanes en el otro lado del mar, se formen cada vez más cerca del litoral africano, con lo cual a las costas americanas, caribeñas y norteamericanas, llegan en el plan que llegan. Pero por lo que respecta a estas costas finiatlánticas europeas, se ven aliviadas por vientos del sur que para nada son como los de antaño, tremendamente calurosos. El termómetro hace años que no alcanza los cuarenta en Huelva, cuando antes era algo absolutamente habitual entre el 15 de julio y el 15 de agosto. Pero en fin, dejemos el clima para los estudiosos, para los climatólogos y vamos a lo nuestro, que es recordar los veranos de antaño con una pequeña variación de las populares
Papas aliñás.- Se cuecen patatas no muy grandes, teniendo la precaución de pincharlas antes con un tenedor para que no se revienten y se hagan bien por su interior. Deberán quedar enteritas pero cocidas. Mientras se cuecen las patatas (si controlais el tiempo en la olla a presión, bien, pero si no, en la olla, a medio tapar, para ir viéndolas) majamos un diente de ajo con unos granos de pimienta y sal, más una pimienta de cayena o guindilla pequeña, aunque también podríamos utilizar cayena y pimienta ya molidas. Las patatas, peladas y cortadas en trozos no demasiado gruesos una vez cocidas, se mezclarán con el majado que hemos hecho, aceite virgen extra de la mejor calidad posible, y limón o vinagre, a gusto de cada cual. Se prueba un trocito de patata para ver si ha cogido bien el aliño y rectificar si fuera necesario. Se meten en el frigorífico una media hora para que la ensalada esté fresquita y se adorna a la hora de servir con cebolleta picada fina y perejil, si es que nos gusta así, o con perejil solo, eso a elección de cada cual.

4 comentarios:

Zapateiro dijo...

Como diría un tío mío: "¿habrá una cosa más rica que una papa?" ¡Qué buenas están!

Yo las prefiero con cebolleta y con bonito del norte o con un buen atún. Maravilla sencilla.

Un saludo Bernardo.

Bernardo Romero dijo...

Así las suelo preparar yo también, pero con un poquito de perejil, que supongo que tú también. El caso es que en nuestro Mediterráneo, son los del sur, los del norte de África, quienes le ponen un poco de picante a la comida, en todo el sentido de la palabra. Prueba a hacerlas así, que son las mismas, pero con el sabor de la cayena (esas guindillas pequeñitas) y la incorporación del ajo, que no es muy habitual en nuestras papas aliñás. Un abrazo

Zapateiro dijo...

Probaré haciendo caso a tu recomendación. Ya te contaré.

El Pincho Moruno dijo...

Que buen invento eso de las papas aliñas. Que fresquitas en verano, que sanas y que nutritivas. Buenas como aperitivo, como plato o como guarnición y como dijo D. José María de Mena: "Es también plato para llenar a los niños cuando no hay cosa de mas sustancia".

Saludos y enhorabuena por el blog.