sábado, 2 de agosto de 2008

Toros en Huelva

El director del periódico, la edición onubense de El Mundo, me llama para que cubra las corridas de la Feria de Huelva. Estupendo. Ya lo hice el año pasado y la verdad es que me lo pasé bien y además tuve la suerte de conocer a auténticos entendidos en las artes taurómacas. Entre ellos, don Carlos Crivell, que es crítico taurino desplazado a esta ciudad por El Mundo para realizar sus celebradas crónicas, a las cuales se adjunta en la edición local mi modesta colaboración en forma de contracrónica o así. El caso es que entre que he estado nueve días sin ordenador en casa, y que ando metido en varios líos a la vez, pues tengo abandonados este y el otro blog en el que cuelgo mis colaboraciones en el citado El Mundo - Huelva Noticias.
Es por ello que vengo a dejar una receta, más que nada por no dejar este blog abandonado a los vientos que corren, que dicen además que son de crisis y menuda crisis la que principiará en octubre aunque los números la vengan ya barruntando desde al menos finales del 2006. En fin, nosotros a lo nuestro, que son las cosas del comer, por ejemplo los solomillos y entrecots del ganado bravo de Cuadri, que lo encuentro como ya les vengo diciendo en otras entradas en el mercado de abastos de Trigueros. En esta ocasión, simplemente una salsa de setas para acompañar los dichos entrecots o los solomillos de estas pequeñas becerras, de carne poderosa y jugosa como pocas podrán encontrar en los mercados y carnicerías. Vaya pues por ustedes esta
Salsa de setas.- Se tomarán boletus (tentullos en Huelva) secos y se pondrán a remojo cinco minutos en agua tibia. Por otro lado se toman cuatro o cinco champiñones cultivados, según tamaño, y se limpian a conciencia, cortando la parte inferior del pie. En una sartén ponemos un chorreón de aceite de oliva y un poco de mantequilla. Cuando la mantequilla se ha derretido, se añaden los champiñones cortados en láminas finas. Se rehogan más que nada para que se embadurnen de la grasa y se añaden los boletus ya hidratados más el agua en que se han hidratado, que habrá tomado un bonito color caoba. Pues bien, ya sólo mojar las setas con un chorreoncito de oloroso seco del Condado y dejar que se reduzca la salsa en dos o tres minutos a lo sumo. Por fin se añade nata líquida, se salpimenta y se deja cocer todo a fuego lento. Una delicia de salsa que va de perlas a estas poderosas carnes de ganado bravo.

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