jueves, 23 de julio de 2015

Esto no es salmorejo

Definitivamente, me rindo. O yo estoy en lo cierto o todos los demás equivocados, de modo que paso olímpicamente y todos los demás tienen la razón. De modo que la tortillas de camarones tienen que ser un engrudo inmasticable de dos centímetros de grosor, oscuras y pesadas, y el salmorejo debe ser una cosa absolutamente indigerible, una amalgama de pan remojao con tela de sal y de ajo que lo estás repitiendo tres semanas. Pues nada, eso será, de modo que esto que hoy os traigo se llama:
Noésalmorejo.- Se trata de emulsionar tomates maduros, por supuesto sin semillas y sin piel, con el mejor aceite de oliva virgen extra. Ya está. Y ahora vamos a aclarar la cosa más todavía para que podáis hacer un buen noésalmorejo.
a) No lleva en absoluto nada de pan. ¿Pan para qué?, ¿tenemos que ir al campo a segar?
b) Tampoco lleva agua. ¿Agua para qué?, Si tenemos sed, bebemos agua, pero aparte, o mejor todavía, bebemos vino.
c) El diente de ajo se pone entero, quitar lo de en medio (yema o tallo) ¿para qué?, ¿qué culpa tiene el pobre ajo de que hayáis puesto pan y con el vinagre se oxide y produzca molestias y organice un concierto de eructos de mil pares de narices. Qué culpa tendrá el ajo de que hagáis el salmorejo con el tomate sin quitarle las pepitas, que son más indigestas que la leche que os han dao.
d) Hacedme caso: cuatro tomates maduros, pero sin piel ni pepitas, esto es crucial; un diente de ajo; sal a gusto del consumidor; un chorrito de vinagre y aceite. El vinagre sin pasarse, y el aceite pasándose, sobre todo si os gusta el aceite de oliva y usáis el mejor. Al final la mezcla, con una batidora normal y corriente (huid de los robots de cocina como de la peste, lo trituran todo igual y son aburridos) hasta que emulsione y hasta lograr la textura que más os guste.
e) Un chorrito de aceite por encima le viene tela de bien, pero sobre todo adornarlo con cebolla y pimientos frescos recién cortados, con piñones, con un chip de berenjena, con mil cosas, con esos jodidos tacos de jamón inmasticables, no, en modo alguno. Coño, que no.
Si me hacéis caso probareis el mejor Noésalmorejo del mundo, en caso contrario estaréis condenados a comer ese salmorejo tan horrible que te trae el vecino porque su mujer es de Córdoba y le sale tela de bien (por esa regla de tres yo debería cantar fandangos de Huelva de puta madre y cuando canto los que están alrededor directamente me dan dos hostias), o ese otro salmorejo con el que te castigan en la mayoría de los bares y restaurantes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bernardo, me ha encantado tu excmo. salmorejo!
Incorporado a mi recetario

Jose Maria dijo...

Bernardoooo, ni puta idea..