lunes, 15 de diciembre de 2014

Kartoffelkuchen o algo así

El mundo de los pasteles de carne es infinito. Mientras me meto en la trabajera del pavo trufado, que tardo tres días en hacerlo (lo que más me gusta es el consomé que saco para la noche de Navidad), he hecho este pastel de carne a la mostaza para los colegas del Instituto.
Pastel de carne germanófilo
Que debe ser según Ana el que Heidi le daba a Pedro y por eso saltaba tanto por los montes. Se pica un kilo de ternera y medio de cerdo, se le añade mostaza a gusto de cada cual, la miga de media viena mojá en pan, sal, pimienta, y no os lo vais a creer pero lo acabo de hacer y ya se me ha olvidado qué más le he puesto. A ver, a ver... Ah, es verdad, el sofrito de una cebolla pequeña y dos dientes de ajo, más unos doscientos gramos de paté. Se mezcla todo y en el molde se ponen lonchas de bacon que sobresalgan por los lados, se cubre la mitad con la mezcla, se colocan tres huevos o los que os salgan de eso y se cubre todo con más mezcla de carne, paté, mostaza y todo lo demás. Ea, pues ya está. Al horno con él hasta que veamos que el bacon se pone doradito y crujiente. Se sirve acompañado con una ensalada de lechuga y mahonesa aligerada con agua y un poco de mostaza para dar continuidad al sabor del pastel.

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