jueves, 1 de mayo de 2014

Choquitos metíos en su pisto

Es como un pisto, pero sin berenjenas por una razón poderosísima, no tengo y está todo cerrado, además estoy en pijama y paso de vestirme para ir a por berenjenas. En fin, os cuento cómo van estos choquitos metíos en su pisto o si os quedáis más tranquilos, Chocos con calabacines.- Se pica media cebolla y un par de dientes de ajo y se ponen en una cazuela donde les espera una lámina de aceite. Se pochan una mijita sólo y se añaden los chocos. Ea, a fuego lento y tapado el cacharro (en la foto está destapada la olla para que veáis cómo se hace, cojones). Aparte picamos un par de tomates maduros, sin piel ni pepitas, que añadiremos a eso de los cinco minutos más o menos a la olla, aprovechando para poner una pizca de tomillo, otra de pimienta recién molida, pimentón y su poquita de sal (cada cual a su bolo con las cantidades). En una sartén y aparte, y cuando digo aparte es aparte y para eso he puesto esta foto, para que lo hagáis aparte, se fríen un pimiento de los de freír, anda mira tú por donde me ha salido un pareado, un pimiento de freír para freír, ojú. Bueno, pues eso que troceamos un pimiento de freír y lo freimos y reservamos cuando esté frito. Tomamos entonces un calabacín de buen porte pero no para realizar tipo alguno de actividad ajena a los menesteres coquinarios, sino para trocearlo en plan feminista, en cuadraditos pequeños. Se fríe también el calabacín, aunque no sea de freír, y se reserva. Ea, po ya está. Cuando los chocos estén tiernos se incorporan el calabacín y el pimiento que teníamos reservado y se le da a todo un calentón. Se suele servir, o por lo menos en casa se hacía así, sobre un fondo de patatas cortadas en cuadraditos y fritas. Taluego.

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