martes, 26 de noviembre de 2013

Comerse un conejo (y 2)

El medio conejo que me quedaba aquí lo tenéis. Ya sé que la foto es tela de mala, pero es lo que hay, a ver si los Reyes Magos me traen un teléfono de esos que hacen fotos y tó, porque como lo tenga que comprar yo, me parece a mí que voy a seguir con el de teclas, que está la mar de mono con su cinta aislante para que no se despeguen las dos partes en que se divide, una de arriba y otra de abajo.
En fin, que con el conejo y unas alubias hice conejo con alubias, o si lo prefieren
Alubias con conejo.- Por un lado en la olla metemos las alubias que las habremos puesto en remojo, con media cebolla troceada y tres o cuatro dientes de ajo enteros. Esto ya está, ahora vamos a por la otra parte, que haremos mientras las alubias se van haciendo.
En una cacerola ponemos el conejo troceado, el hígado y un par de hojas de laurel, una poquita de tomillo, su pimienta y su orégano, más un poquito de sal, poca que ya sabéis que no puedo abusar. Ponemos también la otra media cebolla picada más menudita, un par de dientes de ajo para que no se sienta sola la cebolla y a refreír en aceite de oliva virgen extra. Cuando el conejo esté doradito, añadimos vino blanco y esperamos a que se evapore subiendo el fuego un tanto. Ea, pues ya está, apartamos el conejo y las hojas de laurel, metemos todo lo demás en una batidora eléctrica, el hígado y todo lo que hay en la cacerola y a huir. Se le pega un buen batido y todo a la olla, lo que hemos batido, el conejo y las hojas de laurel. Ahora que me acuerdo, le puse también pimentón al refrito. Bueno, pues ya está, ahora a esperar a que las alubias estén y se acabó.

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