martes, 2 de octubre de 2012

El hombre del tiempo

El hombre del tiempo por antonomasia fue don Mariano Medina. Él ocupó los telediarios en las sobremesas de varias generaciones de españoles, siendo suplido en tiempos de vacación por su hermano Fernando. Otro histórico fue Eugenio Martín Rubio, que fue éste y no los otros quién se apostó el bigote y lo perdió por un asunto creo que de lluvias en Almería. En esos tiempos realizar la predicción del tiempo ocupaba sólo a héroes como los antedichos, téngase en cuenta que no disponían ni de satélites, ni de ordenadores ni de nada parecido, sólo de la información que les llegaba desde el barco K, una especie de boya de observación situada en mitad del Atlántico y que completaba una flota de nueve barcos de observación, aunque a don Mariano y los demás tan sólo les servía la información que les llegaba desde este y, a veces, del barco J. Ahora, con tanto meteosat y tanta tecnología, lo tienen mucho más fácil, pero no crean que lo es tanto, pues los movimientos de las masas de aire están sujetas a los caprichos de la madre naturaleza (Jet stream y sus fluctuaciones, convergencia de otras masas de aire, el abanico de mi prima Inés que no veas cómo le pega cuando hace calorcito...) y por lo tanto esta ciencia no es exactamente exacta, sino todo lo aproximada que los actuales hombres y mujeres del tiempo, todos de sólida formación científica, pueden ofrecernos. El otro día, fallaron estrepitosamente.
El pronóstico generalizado era que el martes, hoy, llovía en Huelva y bajaban las temperaturas, de modo y manera que servidor puso ipso facto unos garbanzos en remojo, ansioso cómo estoy de comerme un pucherito con todos sus avíos. Pero ni llovió ni bajaron las temperaturas, como pude comprobar ayer lunes, cuando ya las previsiones meteorológicas daban temperaturas bastante altas para estas fechas, y una situación anticlónica que nos está terminando de parecer eterna a los habitantes de este sufrido suroeste peninsular. El caso es que me imaginaba llegando a la pringá ya con auténticos chorreones de sudor cayendo inmisericordes sobre el tocino y la carne de jarrete, por lo que como quiera que ya tenía los garbanzos en remojo, pues cambié de tercio como el que no quiere la cosa y me puse a cocer un pulpo que tenía para hacerlo a feira o al gaélico modo, como deseen nominarlo vuesas mercedes.
El pulpo con garbanzos se termina de hacer del siguiente modo: Se colocan en la olla a presión una cebolla partida por la mitad, media cabeza de ajos, dos hojas de laurel, un tomate maduro sin simientes ni piel y troceado, un pimiento rojo de los de asar también troceado, los garbanzos y el pulpo ya cocido, más su poco de sal, un chorreón de aceite, pimienta y pimentón (creo que no he olvidado nada, pero vayan ustedes a saber). Se tiene todo este lío silbando en la olla a presión su media horita, y luego se abre la olla, se coloca dentro una patata troceada y se vuelve a cerrar no sin antes probar y corregir si fuere necesario el guiso de sal. Si todo está como es debido, a cocer otros quince minutos más o menos y sanseacabó.
Hoy lucía el sol, hemos comido fuera y con mangas cortas o camisetas livianas, y el personal me ha hecho la ola. Condiós.

7 comentarios:

X dijo...

Yo también te la habría hecho, por un poquito de pulpo ma-to. Pero de pulpo, no me jodáis con potas, potón, pote y zarandajas varias. Octopus vulgaris, por favor y gracias.

El Pincho Moruno dijo...

Solo como complemento a tu magistral receta te comento que yo le añado un poco de "Hierbabuena" a este "Potaje de la Mar".
Este toquecito me lo enseñaron en Conil hace años, donde el pulpo con garbanzos en un plato tradicional.

PD: Tampoco hubiesen desmerecido esos garbanzos con "to" los avíos de la pringa.
Un abrazo.-

Rosa, Las recetas sanas y ligeras de mamá Rosa dijo...

23 Pues no me extraña lo de la ola, porque si bueno está un puchero, esto no se lo salta un galgo.
No hace mucho tiempo que empece a probar con los garbanzos todo lo que se venia a mis manos y con el pulpo es una cosa espectacular aunque tampoco están mal con langostinos o gambones, almejas, coquinas y todo lo que tenga sabor a mar.
En fin que aun nos quedan muchos dias de calor, no hay un año que no tenga fotos en Noviembre en tirantas, asi que preparate, pero con un abanico al lado yo no me privo de un buen cocido ni en pleno Agosto. Un besito

aceitunas y estrellas dijo...

salud maestro

Bernardo Romero dijo...

Illos e illas, liado en grado sumo. Ya os contaré. El jueves conferencia en Bollullos sobre maridaje de vinos, más o menos. Comparto escenario con el cocinero Ramón Penas, con quién ya actué hace un par de años en unas jornadas de artes plásticas. Saludos a todos y si os queréis pasar por allí, a las ocho de la tarde en la bodega vieja de la Cooperativa Vitivinícola del Condado.

El Pincho Moruno dijo...

Me pilla como a 1000 Kms. de distancia pero como si estuviese allí.
Un abrazo.-

Maria dijo...

Pienso probarlo con garbanzos, se pueden sustituir por habas.
Un abrazo