martes, 13 de octubre de 2009

Pintores en casa: el mundo al revés


Ya están los pintores en casa. La verdad es que falta le hacía a la casa un pintaíto. El que veis en la foto es el primo de Lola, que se llama David, y apareció el viernes con un coleguita para dejar los trastos de pintar en la terraza. Y ya como era viernes y venía un puente, pues decidieron que no, que ya era mejor esperar al martes. Y así ha sido. Hoy martes se han encajao en casa a eso de las nueve y media o diez menos cuarto porque los de Astilleros han cortao el puente y han tenío que venir dando la vuelta por Gibraleón. Bueno está.
La verdad es que trabajan rápido, limpio y bien. Cuando llegué al mediodía, ya no estaban. Las criaturas habrían ido a comer, como es natural. Aquí el menda hizo lo mismo, quiero decir que se merendó unos guisantitos (congelaos) con jamón (normalito, no crean) y una ensalada de pimientos con bonito del norte del que hace mi hermano Manolo, que ayer me llamó para decirme que acaba de hacer dos bonitos que compró el sábado en Santoña y que ya me traerá unos pocos de botes para noviembre, que tiene pensamiento de venir a Huelva a ver cómo está el campito. Que siempre está en el mismo sitio, a saber: cogiendo por un carril que sale de Trigueros en dirección norte, a cuatro kilómetros justos. Pero él tiene pensamiento de venir.
Una vez cumplimentados los guisantes con jamón, la ensalada y el poquito de fruta, me fui para el catre como es costumbre aquí de servidor de ustedes. Na más coger el sueño me despertó David, el primo de Lola, el pintor.
- ¡Bernaaardoooooooo! ¡Illooooooo! ¡ Qué yastamoaquiiiiiii! - Me levanto con el corazón a la altura de la campanilla más o menos y una mijita revolucionao. Fuera los gritos continúan.
- ¡Bernaaardoooooo! ¡Illooooooooo, andestaaaaaá! ¡Qué yastaaaamooooo aquiiiiiiiií! Me levanto dando tumbos y alcanzo a abrir como puedo la contraventana. El sol pega de plano en las celosías, que ni por asomo se me ocurre abrir.
- Ya, yaaa, yamenterao questáis aquí. - Y el David desde la terraza, se alegra de encontrar vida en lo que había sido mi delicioso páramo espirítual hasta unos segundos antes.
- Illo, que vamos a entrar pa limpiar las brochas y los rodillos.
- Cojone, no t'hedao una llave antes.
- Sí, pero es para que lo supieras.
- Vale, vale, me parece mu bien...
Cierro las contraventanas, retrocedo hasta el catre a ciegas y me vuelvo a meter en la piltra. Todo bien. Todo bien... cinco segundos, el tiempo que tardó el David, o su coleguita en arrimar una escalera justo a la pared de mi habitación. Clon, clonc, cataclonc. Y luego pasos que retumban en la pared mientras escalan hasta llegar a la altura de la celosía, supongo, porque la conversación la tenía metidita dentro mismo del cuarto.
- Po esta semana es la Feria de Gibraleón.
Y desde abajo.
- Sí, mecagoenlaleche, pero no pueo i, que tengo una boa. El sábado tengo una boa de un colega que se casa con una tía.

Claro coño, eso es lo normal, si tu colega se casara con otro tío, entonces es que a la boda iba yo también, que no veas qué pedazo de ambiente tiene que haber y cómo tienen que ser las fiestas de las bodas de gueis u homosexuales -antiguamente maricones y nadie se enfadaba -. Aquí servidor, todavía no ha tenido la suerte de ir a ninguna, pero me lo imagino.

En la pared, sigue la fiesta... digo el diálogo a decibelio limpio.
- Po yo, me parece a mí, que este fin de semana, de motos otra vez. Joé, como estuvo lo de Estoril.
- Po a ve.
Es evidente que la siesta es un sueño imposible, así que me levanto pacientemente, me doy una ducha -pal cabreo, agua - y me bajo a ver la faena de los dos maestros vestíos si no de luces, si de lámparas.
- Coño, que bonito está quedando esto. Me voy a hacer un cafelito ¿queréis uno?
- No, lo acabamos de tomar, na más terminar de comer.
Me meto paentro y me acuerdo del puding de café que hice ayer después de ver el blog de Juanjo. Corto dos trocitos más bien finos y a lo ancho, y los pongo en un plato. A continuaçao cojo una rebanaíta de pan y la pongo en el tostador. Espero que se queme un poquito nada más, la unto de mantequilla, así como lo oyen, y la pongo en el vaso de la minipimer. Le añado agua y a batir a velocidad máxima. Lo que resulta lo paso a dos tacitas y al microondas con ellas. Saco las tazas con las licuadas tostadas con mantequilla, que salen con un poquito de espuma por encima, vamos, de cine. Pongo las tazas sobre sus platitos, su cucharita y sus servilletitas, todo a una bandeja y a la terraza con el invento.
- Illo, aguanta ahí un momento, que le voy a hacer una foto a esto.
Y el David con la bandeja en la mano, alucinao.
- ¿Esto qué es?
- Anda, pues qué va a ser, un cafelito con tostada. Le he puesto mantequilla a la tostada, que espero que os guste.
- Pero, niño ¿dónde está el café? - Y el otro que se asoma.
- ¿El café es blanco? - Y aquí el despertado de su siesta se afana en explicar el asunto.
- No, eso no es el café, eso son las tostadas, que son para beber. El café es esto otro, que es para comer. Anda probadlo y el fin de semana se lo contáis a los colegas en la Feria de Gibraleón, veréis como ninguno se lo va a creer.

El mundo al revés. Y además les gustó el café, pero más les gustaron las tostadas. Las bebían y se miraban con una medio sonrisa en los labios y gesto de asombro en el rostro.
- Illo, que sabe a tostada, ¿a como qué sí?.
- Joé, a tostada sabe... será cabrón.

*

Tengo pintores en casa. El mundo al revés. Pero el mundo al revés para todos, no sólo para mí. Mañana estudiaré por dónde van a estar pintando para buscar acomodo en otra habitación o dónde sea, pero mañana, duermo la siesta. Vamos, como me llamo Bernardo que mañana duermo la siesta. Eso lo sabe hasta el Santo Padre.

8 comentarios:

Zapateiro dijo...

Jajajajajajaja.

Superchoco dijo...

Jajaja, es que también usted... maestro...
Mira que liar al personal... con comerse el café.
En fin que se den prisa en terminar que una gratificación culinaria me gustaría a mi pillar.
Supersaludos.

Bernardo Romero dijo...

Sí, mucho ja-ja, mucho ja-ja, pero hoy han venío los de Telefónica para comprobar si había línea o no sé qué historias... Y ¿a qué hora han venío?.. Pues a las cuatro y cuarto, me cagonlaleche, a las cuatro y cuarto con el sueñecito recién cogío. Mecagontó. Creo que de esta no me libra ni el mismísimo Superchoco. Eso sí, de no estar tan liao como está, metido en asuntos de más enjundia, que tampoco está el hombre... perdón, el superhombre, para dedicarse a estas zarandajas. Besos y abrazos, respectivamente.

mildred mola dijo...

Jajajaja...qué hubiera dado por ver esas caras! Me apunto "el mundo al revés" para sorprender este finde a más de uno.
Ya van mis padres para Punta hasta el domingo, dejándome antes el arcón bien lleno. Uno de estos días se que comen contigo, qué envidia me da el pensar en una comidita de las tuyas bajo el limonero.

Moe de Triana dijo...

Los pintores y albañiles siempre le dan una vida a la casa que no es normal, en la mía se llevaron los albañiles dos mese liao con la cocina y cuando se fueron se me saltaron hasta las lágrima, ya no iba a volver a escuchar más el sonido de las litronas abriéndose, que pena joe.

Un saludaso Bernardo.

Bernardo Romero dijo...

Hombre, compadre, es un auténtico placer y un honor verle a usted por mi cocina. Y es curioso lo de las litronas, que es mismamente consuetudinario a la condición del gremio de las reformas en general. Cuando llegaba a casa por la tarde y los pintores se habían ya largao, me encontraba impepinablemente una litrona, vacía, claro, en el fregadero de la cocina, que digo yo que eso de dejarla en semejante sitio debe tener un significado o un simbolismo determinado. Consultaré las obras completas de don Segismundo Freud. Un abrazo, Moe y a ver si me paso por su establecimiento, que le veo a usted por estos internetes y empiezan a circular por mi magín cervecitas heladas, papas aliñás y bacalao con tomate. Un abrazo.

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Bernardo sigue tratando así a los pintores, aunque sean familia, y te va a durá más la obra que la de la catedrá.
Te pasará con el café y las tostadas como a los menda de "eso es así" con el serranito.
Se empiza a desvirtuar el tema y terminamos tomándonos el gintonic con una lavativa.
Un abrazo, te sigo visitando con gran placer.

M Mar dijo...

Que...terminaron de pintar o no??? mmm, echo de menos las actualizaciones esas tan ricas que usted hace.

Besos.