viernes, 16 de enero de 2009

Sólo para adultos

Pocos frutos de la huerta tan admirablemente sabrosos como la alcachofa o el alcaucil, que es como más propiamente se le denomina en Huelva. De un delicioso amargor, combinan con cualquier cosa, aunque en los platos con pescados -ya os daré un arroz con chocos y alcachofas, pero lo tengo que hacer primero - son un auténico lujo. A los niños, desde luego, ni nombrárselas, pero los adultos, con las papilas gustativas más trabajadas y capaces de admirar hasta sus formas, la alcachofa puede ser un auténtico manjar de los dioses esos del Mediterráneo que, sin lugar a dudas, nos legaron esta maravilla culinaria. Mientras os preparo el arroz con chocos que, de momento, os prometo, ahí van unas simplísimas y extraordinarias
Alcachofas con jamón.- Mezclad un poco de pan rallado o miga de pan mojada con una mijita de vino fino u oloroso seco del Condado de Huelva, y un poco de ajito muy picado, perejil y jamón entreverado y cortado en tiras finas. Ponedle sal y pimienta a gusto y mezclar todo bien. Se reserva y mientras tanto procedemos a quitar a las alcachofas o alcauciles las hojas externas, que son más duras, y a cortarles las puntas de las hojas, más el tallo al ras del fruto. Se rocían las alcachofas con limón, pues las coceremos con la olla tapada y se podrían ennegrecer demasiado, aunque de todos modos se oscurecerán al cocerlas tapadas, mais no importa. Se abre un hueco con los dedos en su interior y se les introduce un poco del relleno que teníamos preparado.
En una cazuela de paredes altas y en la que quepan las alcachofas ajustaditas unas con otras, para que se queden de pie y no se salga el relleno, se pondrá un poquito de aceite en el fondo y se colocarán las alcachofas, como queda dicho, apretaditas y con el relleno para arriba, como el chiste ese del rey que no atinaba el hombre a meter la llave en la cerradura y el asistente le dice: "con los dientes para arriba, majestad", y va el monarca y levanta el careto enseñando los empastes al altísimo: "Aaaaah". Pues eso, con los dientes para... digo con el relleno para arriba como es natural. Bueno, pues ya está, a fuego lento y cubriendo las alcachofas hasta la mitad más o menos, con agua y más vino para que los aromas del oloroso seco aporten también lo suyo, que es mucho, por supuesto.
Se sirven en el plato, o al menos así lo hago io, en plan minimalista, quiero decir dos alcachofas solamente en el centro de un plato enorme, blanco. Se riegan por encima con dos cucharadas del jugo que han soltado al cocerse con el vino, el poquito de aceite y el agua. Al lado, una copita de vino blanco, un palo cortado, par example, le va que ni de perlas.
Advertencia, esto no es para comer, esto es para disfrutar, si puede ser uno solo a media mañana, oyendo a la filarmónica de Berlín, estupendo, pero también pega con la Jimmy Hendrix Experiencie, los Yardbids, Blind Faith, los Cream, la Jefferson Airplane... y por supuesto también releyendo las aventuras de los Fabulous Furry Freak Brothers, pero procurando no pringar el papel del tebeo, aunque creo que los han reeditado o algo he oído yo por ahí.

3 comentarios:

Juan Duque Oliva dijo...

Creo que ya tengo la edad para probarlo porque antes la alcachofa ni olerla.

Ahora a ver donde me la ponen.

Saludos

Bernardo Romero dijo...

Pues si te gusta la radio, tendrás que acostumbrarte a las alcachofas, que son un instrumento de trabajo inevitable. En cuanto a lo de la quiniela, estoy en Matalascañas anca mi novia y no tengo el boleto a la vista, pero he visto en el Canal Sur el final del Córdoba contra el Zaragoza, y los cordobeses han ganado, así que de momento en uno ya hemos palmao. Un abrazo.

El Pincho Moruno dijo...

Ademas de verdad "Solo para adultos" pues como dijo J.C. Alonso: "Comerse un alcaucil es hacer un Strep-tease gastronómico. Se le va desvistiendo y saboreando cada hoja que se quita lúdicamente una a una, hasta llegar al jugoso cogollo"

Saludos a todos.-