con alguna trampa que me vais a permitir, aquí os traigo una receta tradicional, peo con un par de variantes, el uso de la cúrcuma, el azafrán de los pobres, una especia que se va imponiendo a la par que se publicitan sus presuntos beneficios para la salud y que se usa desde hace milenios en la india, como tinte para la lana y también como condimento. El caso es que es mucho más barato que el azafrán y da un tono a cardamomo y a jengibre bastante agradable. El otro truco es más viejo que el andar para atrás, usar harina para espesar la salsa. Empezamos.
Riñones en salsa de especias
ingredientes:
- cebolla
- clavo
- laurel
- pimienta de cayena
- riñones *
- sal
- pimienta
- cúrcuma
- vino blanco
- perejil
elaboración:
Media cebolla rallada, un clavo de olor, una hoja de laurel y un par de pimientas de cayena si queréis darle un poco de alegría al plato. En fin, a vuestro bolo. Cuando la cebolla esté transparente añadimos los riñones, les damos una vuelta rápida y a continuación como una cucharadita de harina. Integramos la harina y en dos segundos ya ni la vemos, pues entonces sal, pimienta, cúrcuma y vino blanco, un vaso o así. Se termina de cubrir con agua y se añade perejil recién picado por encima. Ea, ya está, ¿a qué es fácil? Pues están buenísimos. Los de la foto los acompañé de puré de patatas y adorné con perejil y un poco de cúrcuma.
* Los riñones se cortan, se lavan bien lavaos, se dejan como diez minutos en agua con una mijita de vinagre, se vuelve a cambiar el agua, se enjuagan bien enjuagaos y se vuelven a dejar en agua con unas gotas de vinagre pero como media hora por lo menos. Adiós a esos olores que os hacen rechazar los riñoncitos, con lo buenos que están. En fin.
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