martes, 4 de abril de 2017

In potacchio


Con el mismo origen que potaje, cual es el término francés pot-au-feu, el potacchio italiano toma el nombre también prestado de la lengua de los galos. En ningún caso se trata de la misma familia de elaboraciones. El potaje francés estaría más cerca de nuestros pucheros o cocidos, mientras que los potacchi italianos, como verán a continuación, van igualmente por su cuenta. El que hoy traemos, con pavo como lo podríamos haber realizado con cerdo, con pollo o con cordero, es típico de una región al este y centro de Italia, la Marche o la Marca, con capital en Ascona. Se trata de cocinar en un pote de barro la carne que fuere con algunos ingredientes que se podrán más o menos combinar con otros, pero entre los que no deben faltar el romero, el ajo, el vino y aunque sólo un poco, el tomate. Como comprobarán el resultado final es parecido al de nuestros estofados, aunque no se haga todo en crudo. Y en este que hoy nos ocupa, no hemos reparado en poner pimienta de cayena para darle algo de picante y algo más de personalidad.
Pavo (tachino) in potacchio
ingredientes:
  • un kilo de pavo limpio de huesos y troceado
  • tres tomates enteros de lata
  • una cebolla pequeña
  • un diente de ajo
  • una ramita de romero fresco
  • un vaso de vino blanco seco
  • aceite de oliva virgen extra
  • pimienta de cayena
  • pimienta negra recién molida
  • sal
elaboración:
Picar muy menudo un diente de ajo y una cebolla pequeña, así como una ramita de romero. Hacer un refrito en una cazuela con una lámina de aceite de oliva virgen extra, y cuando la cebolla empiece a dorarse echar la carne. Damos unas vueltas y añadimos sal y pimienta, así como un par de pimientas de cayena o tres, o guindillas a gusto de cada cual. Mojamos con el vaso de vino blanco y subimos el fuego, hasta que se evapore. Se añadirán entonces los tomates de lata, que no hará falta ni trocearlos siquiera, y se menea todo para añadir a continuación un poco de agua y dejar que hierva todo pero a fuego bajo y con la cazuela casi tapada. Vigilar para que no se quede seco y a esperar a que se forme una deliciosa salsa de un bonito color rojizo o pardo, pero brillante.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hasta mañana, buenas noches, solo decirle que el otro día comí una tacita de todo con tomate, de las que yo era chico, y no he encontrado una receta suya

Anónimo dijo...

Quise decir TOYO

Bernardo Romero dijo...

Hola, pues en la página 352 de "Huelva en su Salsa. 1000 recetas de cocina" (Ed. Niebla, 4ª edición)aparecen los tollos con tomate (764), en la que además advierto al lector sobre cuales son los tollos auténticos de pez gato, un escualo pequeñín con el que se hacen los mejores y que se distinguen perfectamente de los elaborados a partir de pintarroja y otros. A continuación tengo una interesante receta, los tollos en pisto (765), que disfruté en el restaurante Rufino, uno de mis preferidos de toda España, de Isla Cristina y que de vez en cuando me atrevo a elaborar, aunque como es natural, como José Antonio Zaiño, propietario y chef del afamado restaurante isleño, no las podré hacer nunca. Un abrazo

Bernardo Romero dijo...

En todo caso, en cuanto me pase por la plaza de abastos y pueda comprar tollos auténticos (los tiene por ejemplo el de las aceitunas) haré unos tollos y los pondré aquí en el blog, no sabía que no estaban.

Anónimo dijo...

Toyos o tollos, que más da esperando su receta, que a buen seguro estarán para mojar mucho pan