miércoles, 25 de julio de 2012

Esta, de supervivientes total

Una pechuga de pollo troceada y media cebolla rallada (total, tres duros). Todo a una cazuela de fondo grueso con una lámina de aceite de oliva virgen extra, faltaría más, qué se va a creer el Rajoy, que vamos a utilizar aceite de coco, pues no, de ese ni para ponernos moreno. Bien, seguiimos, la cazuela que tenga tapadera (si es una tayine, pues mejor, que tiene su agujerito y todo para que salga el vapor). Acompañamos con un poco de canela molida, jengibre seco rallado, sal, pimienta y ya está. Cubrimos apenas de agua y esperamos diez minutos a fuego medio y con la cazuela tapada pero dejando un resquicio (si tuvierais tayine, pues nada, tapada) y añadimos un puñao (ver capítulo anterior) de almendras crudas, otro de anacardos y a que cueza todo ya con el cacharro destapado para que reduzca la salsa.
Cuando la salsa haya reducido se añade perejil picado, un puñaito (como un puñao, pero más chiquenino) de piñones y el jugo de un limón para cortar la salsa y que tenga ese aspecto esplendoroso que caracteriza a este plato que serviremos adornado con ajonjolí o sésamo por encima y que no me acuerdo como se llamaba, pero que lo podemos titular como
Pollo con frutos secos cortaíto con limón

8 comentarios:

El Pincho Moruno dijo...

Los Griegos decían que el Jengibre despierta el alma y la inspiración.
Es muy bueno para dolencias gastrointestinales, pero no se debe abusar de el si estas tomando antiinflamatorios pues te puede producir gastritis.
Cuentan que antiguamente la gente que se embarcaba masticaban Jengibre para evitar el Mareo.
Cuando tenga un conejo (de campo) a mano voy a probar esta receta; ¿que te parece?.
Un abrazo.

Bernardo Romero dijo...

Pues me parece que me voy a encajar anca mi prima, que el marío es cazaó y siempre tiene el arcón congelador lleno de conejos y perdices. Un abrazo

X dijo...

Esos anacardos que no falten. Te ha quedado medio exótico, con el limón y todo. Muy de restaurante chino, sin ánimo de ofender, que a mí me gustan. xD

En otro orden de cosas, la nave ha salido de boxes al fin.

Rosa, Las recetas sanas y ligeras de mamá Rosa dijo...

Pues se llame como se llame tiene que estar de vicio, lo del tajine me tiene a mi malita, llevo para comprarlo años, pero no logro encontrar uno de un tamaño adecuado, todos son como para una familia numerosa, en cuanto lo tenga haré 500 recetas o más que tengo almacenadas, la tuya la pongo con ellas. Besos

Bernardo Romero dijo...

Bueno, bueno, bueno, ya tengo puertos a los que arribar. Me pasaré por la nave a ver si todavía vuela alto, y luego por la cocina de Rosa, pero antes le tengo que decir que la tayine que tengo ahora en uso, la compré en un almacén de tiendas de marroquís de un polígono industrial. Fui allá para comprar algo de atrezzo para una comedia que monté con alumnos de mi antiguo instituto. Dando vueltas por el almacén me encontré con una estupenda tayine marroquí, distribuida por una empresa francesa y fabricada en España. Globalización le llaman a eso. No veas la de vueltas que ha tenido que dar el cacharro hasta llegar a mis manos. Un abrazo a ambosdós.

El Pincho Moruno dijo...

Yo los Tayines y los Woks los encuentro siempre en una tienda a la que llamo "La del Chino Juan" que tiene el tío de todo lo imaginable......si si es que se llama Juan Xiang Tao.

Anónimo dijo...

En Ikea tienen uno por 60 euros de aluminio el cuerpo y la tapa de gres que funciona a las mil maravillas

http://www.ikea.com/es/es/catalog/products/60087707/

Bernardo Romero dijo...

Ya le he comentado a Rosa que yo los compro en un almacén de chinos que es de un moro. Son españoles pero distribuidos por una empresa francesa que los vende en España destinados sobre todo a la colonia marroquí. En cuanto a los suecos de diez mil pesetas, mejor sigo con los que tengo, que además son fenomenales, aunque no me extraña que los del Ikea sean fantásticos, pero los que os cuento, no creo que cuesten más de cinco euros, porque si no, no lo habría comprado yo. El que tengo lo compré hará unos cinco o seis años y ahí está el tío, más bueno que el mundo. Un abrazo