
Nízcalos con chorizos.- Se saltean cuatro o cinco, da igual, dientes de ajo partidos por la mitad, con su piel, da igual, y se añaden dos chorizos de esos pequeños de Jabugo que llaman jabuguitos, o los que tengais por casa, da igual. Limpiamos siete u ocho nízcalos, revellós, rebullones, níscalos, pinatelles, pinateles o como os de la gana llamarlos, da igual. Se trocean y se añaden a los ajos y el chorizo que estará ya, a estas alturas, empezando a soltar su pringue, si no pues nada, da igual, nosotros echamos los nízcalos. Seguimos salteando un par de minutos, no más, e incluso dos minutos es demasiado, pero en fin, dos minutos, da igual. Añadimos un chorreón más que generoso de vino blanco del Condado, o del que tengais en la bodega, da igual. Se sube el fuego para que reduzca el vino y se pone sal y pimienta. Se espera a que los nízcalos se queden en su pringue, que será un instante y ya está. Se comen recién salidos de la sartén, y esto no da igual, que tienen que estar calentitos... y sobre todo enteros, no demasiado pasados de cocción. Los nízcalos deben quedar enteritos, que se noten en el diente.
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