domingo, 27 de marzo de 2022

Recetas de la bisabuela

Acelgas esparragás

ingredientes:

  • acelgas
  • ajo
  • anacardos (o piñones, nueces... lo que queráis)
  • pan asentado
  • cominos
  • pimentón
  • sal

elaboración:

Con su majaíto y todo. Vais a ver qué cosa más rica. Empezamos: En primer lugar lavamos y troceamos las acelgas para cocerlas en agua con un poco de sal durante unos siete u ocho minutos, no más. Cuando las tengamos las apartamos, colamos pero teniendo la precaución de guardar un vaso del agua de la cocción. 

En una sartén amplia o una perola (porque aquí va a terminar la elaboración) se dorarán en una lámina de aceite tres o cuatro dientes de ajo laminados y un puñado de anacardos. Antes de que se doren se apartan y en el mismo aceite freímos una rebanada de pan. Y ahora va el majaíto. En el almirez pondremos la rebanada de pan, cominos (a gusto de cada cual), algo de sal y pimentón. A majar. Cuando ya esté casi listo el majado le añadimos algo del agua de la cocción de las acelgas. Volvemos a majar y nos tendrá que salir una especie de crema absolutamente deliciosa.

En el aceite donde refreímos los ajos y los anacardos, y el pan, echamos las acelgas y las salteamos un par de minutos. A continuación el contenido del almirez (que podemos enjuagar con un chorrito del agua que tenemos reservada y echarlo también en el perol o sartén amplia) se mezcla con las acelgas, el líquido de la cocción que habíamos reservado se terminará echando en la perola, así como los ajos y los anacardos. Dos vueltas y media. Se acabó. Servir caliente, recién hecho, aunque también se puede comer templado y hasta frío. A elegir. De todos modos es una receta formidable. 


sábado, 26 de marzo de 2022

Se acerca la vigilia

Coles con garbanzos y bacalao

ingredientes:

  • col
  • garbanzos
  • bacalao (desalar primero)
  • ajos
  • pimentón
  • pimienta
  • sal (si fuera menester)

elaboración:

Facilísimo. Troceamos una col o media si es muy grande, le añadimos el bacalao desalado y más o menos troceado (se va a deshacer de todos modos) y garbanzos que habrán estado en remojo de un día para otro.

Todo a la olla a presión. Tres cuartos de hora desde que empiece a pitar la olla. Aparte en una sartén doramos seis o siete dientes de ajo, apartamos del fuego antes de que se quemen y cuando el aceite esté templado añadimos dos cucharaditas de pimentón. 

Escurrimos y volcamos la col con los garbanzos y el bacalao sobre la fritada de ajos y pimentón. Se acabó. Meneamos y probamos, que a veces desalamos el bacalao demasiado tiempo porque no todos los bacalaos son iguales. Bueno, pues probad esto que está estupendo. Os lo aseguro.

sábado, 19 de febrero de 2022

Veganismo pleno de sabor (para mi José Félix de mi alma)


Tayín de garbanzos y verduras

La mar de fácil y pleno de sabor. Esta para cuando venga José Félix a comer a casa, que no le importa que quienes estamos al lado nos comamos un chuletón. Es muy suyo, pero muy buena gente. Amigo de los de verdad.

ingredientes:

  • cebolla
  • ajos
  • jengibre fresco
  • cominos
  • canela molida
  • cúrcuma
  • mezcla de especias: ras al hanut o sazonador de pinchitos
  • tomate
  • nabo
  • zanahoria
  • apio
  • garbanzos previamente cocidos
  • frutos secos a vuestro gusto
  • miel
  • hierbabuena
  • pimienta
  • sal
  • cuscus para acompañar

elaboración:

Refrito de cebolla y ajos -si no tenéis tayín, pues en un perol amplio-. Cuando la cebolla empiece a ponerse transparente, añadimos jengibre fresco picado muy menudito, una cucharadita de cominos recién majados, canela en polvo a vuestro gusto, cúrcuma y una mezcla de especias también a vuestro gusto, por ejemplo ras al hanut, que ya lo venden hasta en los supermercados, o esa que venden como sazonador de pinchitos, la que sea. Añadimos medio tomate pelado y sin simientes, y picado, más un nabo no demasiado grande, pelado y troceado, una zanahoria y un trozo de apio, también cortados en porciones no demasiado pequeñas. La historia está en que queden enteras las verduras. Ea, a tapar el tayín -si es un perol lo tapáis también pero dejad alguna pequeña ranura-. Fuego mínimo o muy bajo.

Bueno, pues con veinte minutos o así, según lo que cada cual entienda por mínimo o bajo, estarán ya las verduras hechas pero no deshechas. Añadimos los garbanzos ya cocidos, los frutos secos que más nos gustén -a mí me da igual unos que otros, pero esta vez tenía higos pasos, dátiles, nueces, avellanas y almendras, todas crudas, claro-. Dejamos caer un hilo de miel por encima de todo esto, como rodeándolo, o sea que el hilo sea largo, y se acabó. Antes de servirlo probadlo a ver cómo está de sal, y ya en los platos ponéis un poco de hierbabuena recién picada, pero preguntad antes, porque hay gente muy rara que anda siempre que si no me gusta esto o no me gusta lo otro. En fin. Probad esta delicia, os va a encantar. Se deja acompañar bien con un poco de cuscus. 

lunes, 14 de febrero de 2022

Salmón para todos

 

En los últimos tiempos el salmón ha pasado a ser un pescado relativamente barato. Paso de daros razones para su consumo porque son de sobra conocidas, de modo que os comentaré simplemente que le cogí tirria a este pescado propio de las regiones donde habitaban unas tribus bárbaras que en cuatro ocasiones trataron de saquear las costas bajo andaluzas y en las cuatro ocasiones salieron escaldados, por cierto el río Escalda no anda muy lejos de allí, por el mar del Norte, costas de vikingos y otras gentes de mal vivir. En fin, lo de la tirria me viene de antiguo y no es por los bestias de los normandos, sino por quienes en otro tiempo se metieron a políticos para ponerse a comer salmón como locos. No sé lo que le verían al salmón, pero se pasaban el día hablando de que si salmón por aquí que si salmón por allá. Cosas de nuevos ricos. Después la cosa fue a peor, pero como ya la clase política me la trae floja, puedo comer salmón sin que se me atragante. 

Salmón en salsa de naranja

ingredientes:

  • salmón
  • naranja
  • cebolla
  • eneldo
  • harina
  • miel
  • pimienta
  • sal
elaboración:
Aunque pueda parecer muy complicado, la piel se le saca al salmón con mucha facilidad, ayudándonos de un cuchillo bien afilado y llevándolo firme por debajo de la piel. Salpimentamos los lomos que hayamos conseguido y le ponemos un poco de eneldo -especie bárbara también, como los vikingos y otras gentes de mal vivir- por encima. Reservamos. Cebolla cortada fina y a pochar en aceite de oliva -en los países salvajes del norte utilizan mantequilla-, para a continuación añadir una pizca de harina, dar unas vueltas y añadir el zumo de una naranja o dos si son pequeñas. En una sartén sellamos las piezas de salmón, dorándola por todos lados. Añadimos el salmón al guiso y si hiciera falta añadimos un poco de agua, no vaya a ser que no haya suficiente zumo o nos hayamos pasado con la harina. El tiempo dependerá de cada cual, pero si el salmón es de calidad deberían salir las lascas como si fueran lomos de bacalao de calidad superior. En fin, que no se os atragante.