lunes, 26 de julio de 2021

Salmorejo para beber y digestivo

 

Uno de los más habituales elementos de tortura que suelen utilizar los anfitriones con sus víctimas invitadas, es el salmorejo. También está el arroz, ese que suele ir acompañado de la sentencia "yo no sé hacer de comer, pero el arroz me sale como a nadie". Pues bien, peor que todos esos engrudos que el artífice hace como nadie (afortunadamente) es el salmorejo.

Suele tratarse de una presunta sopa fría, espesada con pan, al parecer para que oxide y se repita hasta dos días después de la ingesta. En fin, esta comida de gente que se veía en la necesidad de andar todo el día fatigando eras y sembrados, es ahora sucesora de ese arroz incomible al que hemos tenido que poner buena cara en más de una ocasión, porque si respondes con franqueza a la pregunta de cómo está el arroz, diciendo que es una barbaridad y debería estar penado con cárcel, probablemente no sepan admitir y mucho menos admirar tu franqueza.

El salmorejo, la idea del salmorejo, no está mal en el fondo, al revés, puede ser incluso una bebida ligera y absolutamente deliciosa. Vamos a ver la manera de hacer un salmorejo con un poco de sentido común, grato al paladar y suave en el estómago.

Salmorejo

ingredientes:

  • Tomates maduros
  • vinagre
  • aceite de oliva
  • sal

elaboración:

Cien centímetros cúbicos de aceite de oliva virgen extra, sal y vinagre a gusto de cada cual. Añadimos cuatro tomates grandes y bien maduros, sin piel ni pepitas. Le damos caña a la batidora eléctrica y se acabó.

Ni pan ni pon. ¿Vosotros tenéis que ir al campo a segar? No, pues entonces no os hace falta ese complemento alimentario. Otra cosa, procurad comprar tomates de calidad, que ahora se encuentran con facilidad en el mercado de abastos o en tu tienda de confianza. El salmorejo de la fotografía está hecho con tomates Muchamiel, cultivados en las laderas del cabezo, junto a la Fuente Vieja, sin emplear ningún tipo de pesticidas ni herbicidas ni elementos tóxicos de tipo alguno. Solo estiércol y agua. Natural, o como se dice ahora, ecológico. 

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