jueves, 2 de mayo de 2019

Lasaña fría de sapateira

Me llevaron el otro día a Rufino, en Isla Cristina, indudablemente uno de los lugares donde mejor se pueda comer en toda España y no es exageración. Con la tercera generación de la saga Rufino en la cocina, continúan ofreciendo lo mejor que entra en el puerto y lonja de Isla Cristina. Pescados y mariscos excepcionales, con ese toque de modernidad, pero sin pasarse, que José Antonio Zaiño y ahora su hijo Jesús, como antes lo hiciera el propio Rufino, saben dar a sus elaboraciones.
Me sorprendió sobremanera la lasaña fría de buey de mar, sapateira en Portugal o Masera en Cantabria, absolutamente equilibrada y deliciosa. Lo he intentado y más o menos, me ha salido bien. La próxima vez que la haga prescindiré de las alcaparras, pero por lo demás me ha gustado el resultado. Obviamente la de Rufino es otra cosa, pero habrá que seguir intentándolo. De momento ahí lleváis la elaboración que  hice, pero vosotros hacedla como más os apetezca o por donde la intuición os lleve.
Lasaña fría de Buey de mar
ingredientes:
  • buey de mar
  • lasaña
  • mahonesa
  • orégano
  • pimientos piquillo
  • ajo
  • aceite
  • azúcar
  • lechuga
  • cebolleta
  • perejil y un tomatito para decorar
  • pimienta
  • sal
elaboración:
Por un lado cocemos el buey de mar o mejor aún lo compramos ya cocido. Es menester desmenuzarlo y aquí cada cual tendrá más o menos pericia. Se cuecen las hojas de lasaña unos cinco minutos en agua hirviendo (las instrucciones dirán otra cosa) y se meten en agua fría, donde quedarán hasta que se vean muy claras y obviamente al dente.
Hacemos una salsa de pimientos de piquillo. Muy fácil. en el vaso de la batidora eléctrica unos cuantos pimientos de bote o de lata, un ajo, un poco de azúcar y un chorreón de aceite. A batir y ya está.
Y ahora a montar el plato. Primero un poco de salsa extendida por el centro del plato, encima una hoja de lasaña y encima ponemos buey de mar desmigado, una pizca de pimienta y de sal, cebolleta cortada muy fina en brunoise, y tiritas mínimas de lechuga, cubrimos con una mahonesa de orégano -también muy fácil: mahonesa de bote, un hilo de agua y orégano, menear y ya está-. Se coloca otra hoja por encima y decoramos con medio tomatito y perejil. Se acabó.

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