domingo, 7 de mayo de 2017

Un día es un día (y además no engordan)


Si quieres ir derribando mitos, no del todo, claro está, utiliza manos de cerdo blanco, que son más carnosas y fáciles de deshuesar. Dile al carnicero que te dé las manos delanteras, no las patitas de atrás, por similares motivos que los antedichos. Ah, y ya que te pones, que sea media docena de manitas (más no te van a caber en la olla, cubica primero), pues es guiso que gana de un día para otro y se conserva divinamente en la nevera unos pocos de días. Et voilà, ya podemos empezar a elaborar lo que será un auténtico y delicioso festín para compartir con la familia o con los amigos.
Manitas de cerdo
ingredientes para la primera cocción:
  • seis manitas de cerdo
  • dos hojas de laurel
  • dos clavos de olor
  • una docena de pimientas negras
  • un poco de tomillo
  • dos zanahorias
  • media cebolla
  • lo blanco de un puerro
ingredientes para el guiso:
  • una cebolla más bien mediana
  • dos dientes de ajo
  • un trozo de tocino de la papá que lo veas entreverado (o panceta, pero sin adobar ni nada de eso)
  • un chorizo fresco
  • unos trozos de jamón de la parte más dura, pues es para dar sabor y así la aprovechas
  • perejil
  • harina
  • vino blanco
  • tomate triturado
  • pimentón
  • aceite
  • sal
  • ¡ah!, y el caldo de haber cocido antes las manitas, no lo vayas a tirar
elaboración:
Como las manitas ya vienen bien limpias, solo tendrás que colocarlas en la olla y echarle por encima las dos hojas de laurel, los dos clavos de olor, una cucharadita de tomillo, una docena de pimienta negra, dos zanahorias peladas y partidas en dos o tres trozos, la cebolla partida a la mitad y lo blanco de un puerro cortado en tres o cuatro trozos. A fuego medio y con la olla a presión tapada, será cuestión de una hora y cuarto para que queden bien tiernas, no más. Tengas el fuego que tengas.
Mientras se cuecen las manitas podemos ir haciendo un sofrito con la cebolla y los ajos, todo picado muy menudito y utilizando como es natural el mejor aceite de oliva virgen extra. Como siempre, esperamos a que la cebolla esté transparente para añadir los trozos de jamón, la panceta cortada en dados y el chorizo fresco en ruedas no demasiado finas. Salteamos panceta o tocino y chorizo, damos tres o cuatro vueltas y añadimos tres o cuatro cucharadas de tomate triturado, el perejil y otra vez a menear, dejamos dos minutos que cueza todo junto y sacamos del fuego el cacharro para añadir una cucharadita de harina y otra de pimentón de la Vera. Damos unas vueltas y al fuego otra vez para echar un vaso de los de agua de vino blanco. A esperar que se evapore casi totalmente el vino. Apagamos y a esperar que las manitas estén, es decir, que se cumpla el cuarto de hora que tenían que estar en la olla a presión.
Tic, tac, tic, tac...
¡Anda!, qué pronto pasa el tiempo.
Y ahora viene el dilema. Ya están las manitas precocidas, pero qué hacemos con ellas, ¿las deshuesamos, las dejamos tal cual? Ah, il est comme la vie elle-même. Siempre creándonos problemas. Pues qué más dará. O las deshuesas o no, lo que quieras, pero si las vas a deshuesar, tampoco es menester volver a complicarnos la vida, simplemente se espera a que se enfríen un poco para poder trabajar sin necesidad alguna de tener que blasfemar o decir barbaridades.
En fin, supongamos que las vamos a deshuesar, no por nada, sino porque yo las voy a deshuesar. Pues bien, ya ha pasado lo menos media hora desde que las sacamos de la olla y recordad que el caldo lo vamos a utilizar, luego lo tenemos en la olla esperando, recordad que con las verduras y sus especias, pues ya de paso le metemos la batidora eléctrica para que tenga luego más consistencia el guiso.
A esperar otra vez para que las manitas se enfríen y poder deshuesarlas. Tictactictac y tal, de nuevo el chiste tonto. En fin, ya están frías, pues nada, paciencia y a quitar todos los huesesillos, que parece que es una lata, pero no, se hace bien y rápido.
Y final. Se echan las manitas, enteras o deshuesadas, según lo que hayáis decidido, sobre la salsa que hicimos antes con el tomate, el chorizo, la panceta, el jamón... y añadimos como medio litro del líquido de la cocción que teníamos reservado. Ahora media hora más o menos a fuego medio/bajo y el guiso ya estará terminado. Por si las moscas, vosotros id dando vueltas de vez en cuando para que no se pegue al fondo de la olla e id mirando cómo va, para añadir más caldo si hiciera falta.
Las manitas deben quedar en una salsa untuosa y hermosa de color. De sabor ya ni os cuento. Vosotros mismos.


1 comentario:

Bernardo Romero dijo...

La foto la pòngo cuando termine el guiso, que está ahora haciendo chup chup.