viernes, 1 de abril de 2016

Con agua de azahar

Tayine de pollo con miel, canela y azahar
Una auténtica delicia para el paladar, con una única dificultad, conseguir el agua de azahar, cosa que se soluciona en los hipermercados o en la tienda del moro de la esquina, en el caso de que no tengáis a Maribel en la casa de enfrente y al hijo trabajando por ahí por Dubai o Qatar o no sé donde y le ha traído un agua de azahar magnífica que ella no usa y me la ha pasao a mí que sí que la uso. Pues ni de Qatar ni de Dubai, que esos sitios ni los conozco ni creo que los vaya a conocer en mi vida, sino de aquí al lado, de Marruecos es este plato extraordinario, precisamente de ahí más para abajo, que se coge tirando para Algeciras y allí se coge un barco transbordador que te deja en Ceuta, y ya te puedes abrir para el moro en un taxi o en una camioneta, como prefieras. Vamos allá, al pollo perfumado con agua de azahar quiero decir, no a Marruecos, que tampoco sería mala idea.
En una tayine o cazuela amplia y a fuego medio, ponemos un fondo de aceite de oliva y ponemos una cebolla picada y dos dientes de ajo igualmente picados, más el pollo troceado. Ea, pues ya casi está. Añadimos perejil, jengibre seco molido, pimienta y azafrán majado con una poquita de sal, cubrimos con agua y a esperar a que el pollo se haga, bajando algo el fuego y tapando la cazuela o el tayine si tenéis uno, claro está, si no, pues ná. Seguimos.
Cuando veamos que el pollo ya está casi hecho (se ve en el hueso de los muslos, por ejemplo) añadimos un puñado de uvas pasas sin semilla, o unas ciruelas pasas, lo que tengáis como es natural; espolvoreamos con canela molida y con cuidado, rectificamos de sal y volvemos a tapar el cacharro para que se haga todo por igual, valientes. Destapamos, comprobamos que el guiso está ya a punto de caramelo no, sino de echarle un poquito de agua de azahar, un poco de miel, como dos cucharadas, y se deja destapado y a fuego medio de nuevo. Se sirve calentito, con una cebolla cortada en juliana y confitada por encima, que queda muy bien, con almendras tostadas y ajonjolí o sésamo también por encima y todo sobre una base de cuscus. Ea, ahora sí, pa que luego digáis que es complicado hacer cosas extraordinarias y sorprender a la family o a los colegas. De nada, troncos.

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