Desayuno:
Una manzana y dos naranjas
Me levanto mejor, pero estoy flojo y siento ese malestar general que se tiene cuando hay fiebre. Una manzana, dos naranjas y toma de temperatura: 37º, no está mal. Me tomo otro frenadol. Iré al médico.
Almuerzo:
· Ensalada de brotes tiernos con queso azul y nueces
· Habichuelillas verdes salteadas
· Agua
· Dos peras
Estoy mejor. Debe ser un enfriamiento, me dice la médico. Me hago unas habichuelillas verdes salteadas con jamón y un par de dientes de ajo laminados. Primero las cuezo, destapado el cacharro para que conserven en lo posible el bonito color verde que tienen. Las dejo al dente, no demasiado hechas, y luego a la cazuela donde les esperan los dientes de ajo laminados. Sólo resta añadir algo de jamón cortado en tiras por encima cuando estén casi hechas, que al jamón le dé sólo un calorcito y ya está.
Antes, una ensalada de brotes tiernos con queso azul cortado en cubitos y nueces. Sal, vinagre y algo de pimienta. Aceite no es necesario, ya el queso azul aporta cremosidad y untuosidad a la ensalada.
Agua, dos peras, frenadol y siesta.
Merienda:
· Menta poleo
A ver si se me arregla el vacío existencial que tengo en el estómago. Poleo, teclado y música, pero hoy Mozart. Debilidades del alma humana.
Cena:
· Pollo al curry
· Tarta de turrón
Me quedaba un poco de pollo al curry de ayer por la noche, así que ahora va a caer. Además no tengo muchas ganas de hacer nada, más bien de acostarme.
En el frigorífico encuentro un trozo de tarta de turrón que debe llevar allí un par de días, o tres. No sé. En todo caso me lo zampo, no es demasiado grande.
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