lunes, 25 de septiembre de 2023

 Tortillitas de gambas


Ingredientes:

Gambas, harina normal, levadura, perejil, ajo y sal.


Elaboración:

1.- Cocemos las gambas y hacemos un destrío, las que estén enteras y con buena pinta, en el caso de que hayamos comprado esas llamadas gambas rotas, pues las ponemos aparte en un plato para comerlas tal cual. El resto se pelan y trocean, pero no demasiado menudas, que se vean los trozos después.

2.- Hacemos una talvina con agua del grifo, harina, un poco de levadura y sal. Nos ayudaremos con las varillas de batir para que quede homogénea y algo espesita, pero no demasiado. Aquí está el saber interpretar esto de algo espesita pero no demasiado.

3.- Añadimos las gambas picadas, perejil, bastante perejil, y ajito muy picado. Integramos todo bien y se acabó. A freír.

4.- El aceite debe estar caliente, pero no demasiado porque en ese caso se arrebatan enseguida y por dentro quedarían crudas. A medida que se vayan dorando se van apartando sobre papel absorbente. A disfrutar.

 Tollos metíos en tomate

Ingredientes:

Dos manojos de tollos, tomate triturado, cebolla, ajo, pimiento, zanahoria, cominos, perejil, pimienta y sal.

Elaboración:

1.- En primer lugar, los tendremos en remojo al menos dos o tres horas, para a continuación darles una primera cocción. La razón de esta cocción es bien simple, tras cocerlos durante unos diez minutos desde que el agua empieza a hervir, se dejarán enfriar para proceder a continuación a quitar el cartílago central, el hueso o ternilla que es la columna vertebral de este pequeño tiburón, como todos los de su familia exento de espinas. Reservamos los tollos ya limpios de cartílago y troceados. En el lugar donde se unen los dos lomos del cazón, la aleta caudal, suele mantener alguna parte de la piel, dura y rasposa, que es menester quitar. De hecho, antiguamente la piel del cazón, una vez seca, se utilizaba como lija.

2.- Sofrito de cebolla, ajos, zanahoria y pimiento. Todo bien picadito.

3.- Cuando veamos la verdura que ya está pochada, se añaden los tollos troceados y sin el cartílago, se les da un par de vueltas con la cuchara de madera y se vuelca de inmediato el tomate triturado, una lata de las grandes, que tienen unos ochocientos gramos de tomate. Dos vueltas y a especiar.

3.- Pimienta, sal, un toque mínimo de azúcar por lo de la acidez, y cominos majados, a gusto del consumidor. El comino es esencial en este guiso, pero lo ideal es que sea un toque, no un sabor dominante.

4.- Dos meneos más con la cuchara de madera, perejil, otra vueltecita y a fuego bajo con el cacharro a medio tapar. Se acabó. Suele servirse con patatas fritas, pero con espaguetis en el fondo, también están de muy buen ver y mejor comer.


 


Arroz de longuerones


Ingredientes:

Longuerones, gambas, calamar o choco, cebolla, ajos, tomates, guisantes, zanahoria, pimiento rojo, vino blanco, tomillo, azafrán, tomillo, laurel, perejil, pimentón, pimienta y sal, 


Elaboración:

1.- Sofreímos cebolla, porque buscamos un arroz meloso, con ajos y en cuanto esté la cebolla transparente añadimos pimiento rojo cortado en cubos pequeños, un tomate maduro sin piel ni pepitas y troceado fino, un puñado de guisantes, una zanahoria también cortada en cubos pequeños, una hoja de laurel y a pochar todo junto.

2.- Un par de minutos dándoles vueltas y añadimos unas tiras de choco o de calamar para que se vayan haciendo y queden tiernas al final. Es el momento de añadir, tomillo, pimienta, pimentón, laurel, azafrán y sal, a gusto de cada cual, como si queréis poner otra especie o quitar alguna de estas, aunque el azafrán además de sabor da un color dorado muy apetecible. Esto a fuego suave.

3.- Abrimos los longuerones en un cacharro tapado y con una lámina de agua abajo. En cuanto se abran, se retiran del fuego y esperamos un minuto a que estén algo más fríos para filtrar el líquido que hayan soltado y extraer el cuerpo de estos magníficos bivalvos.

4.- Tomamos un puñado de gambas y les quitamos cabeza, cola y cáscara. Los animalitos desnudos como quedan se reservan y el resto se pone a cocer. Obtendremos un caldo muy preciado que se guardará junto al que pudimos sacar, poco, de los longuerones.

5.- Es el momento ya de ir terminando. Se añade el arroz, un puñado por comensal más un par de ellos porque al final vamos a repetir. Se menea bien el arroz para que se pringue bien y se añadirá el caldo que teníamos reservado. Dos vueltas, comprobamos que no tenemos suficiente caldo y en ese caldo pues se complementa con agua, o con vino, pero no sé por qué al arroz de longuerones nunca le pongo vino. A saber. Misterios de la mente humana.

6.- Al principio se le puede dar alguna vuelta con la cuchara de palo al arroz, ya que no pretendemos hacer un arroz seco. Pero en cuanto empiece a desaparecer el líquido, al final de la cocción, ya no se toca. Cuando el arroz esté tierno, justo en ese momento, se apaga el fuego, se espolvorea perejil picado por encima y lo llevamos a la mesa. Cada cual se sirve en su plato lo que crea que va a comer, procurando dejar para los demás en ese caso.

domingo, 3 de septiembre de 2023