Puede que para algunos sea complicado, pero en un pueblo se puede uno hacer con un gallo de corral o con una hermosa gallina. Esta semana he comprado tres, a nueve euros la pieza. Puede que alguno piense que es caro, pero no. Obviamente no son los pollos esos que salen de auténticas fábricas de carne barata, sino de un ave criada en un corral, con piensos y con las sobras de las comidas, con lo que encuentran por el huerto y pueden picotear a gusto. Un par de ellos eran para regalos a quienes saben apreciar estas cosas, con el otro he hecho lo que os voy a contar. Primero cortarle la cabeza y separar la cresta, que nos va a servir para la sopa de pollo que hoy os traigo, luego desplumarlo, que tiene su trabajera, luego cortar las patas -que yo no utilizo, pero hay quien sí- y luego extraer las tripas para poder acceder a los menudillos, el corazón, el hígado y el libro o molleja, la cual habrá que limpiar, abrir como un libro, limpiar de semillas y restos de comida, y separar la piel interior, amarillenta, que sale sola. Por fin podremos separar los muslos, las alas y las dos pechugas. Nos quedará la carcasa y el pescuezo, que van para el caldo. Con los muslos, los menudillos y la pechuga, ya veré lo que hago, peo con lo demás, esta delicia que es primer plato para un día como el de hoy, con frío y lluvia.
Sopa de pollo
ingredientes:
- Carcasa, alas, cuello y cresta de un gallo de corral
- laurel
- clavo de olor
- limón
- vino blanco
- jamón
- patata
- nabo
- zanahorias
- puerro
- apio
- fideos
- pimienta
- sal
elaboración:
En agua abundante, con laurel, vino blanco, un limón, pimienta, sal y un clavo de olor, ponemos a cocer la carcasa, las alas, el cuello y la cresta del gallo. Se podrá añadir hueso salado, costillas saladas, o como he hecho en esta ocasión, tres trozos de jamón. Dejamos a fuego medio y con la olla a medio tapar, unos veinte minutos. Mientras, cortamos verduras a gusto de cada cual, aunque lo normal es una patata, una zanahoria o dos, según tamaño, un nabo, apio y puerro. Pelamos y troceamos todo, esperamos a que cueza lo anterior debidamente y retiramos del fuego. Colamos y cuando se enfríen los huesos de la carcasa, aprovechamos todo la carne que podamos, que habrá bastante, no creáis. También extraemos la carne de las alas y la cresta la troceamos en dos o tres partes. Pues ya casi está este deliciosa sopa, no queda más que poner toda la carne en el caldo que hemos colado, añadir la verdura y cocer hasta que esté tierna. Se probará de sal por si las moscas y se añade un puñao de fideos, gordos o finos, según gusto de cada cual. Se coloca la sopera en mitad de la mesa y un cazo para que cada cual se tome los platos que quiera. Si hemos sido previsores y hemos puesto, como se decía al principio, abundante agua, tendremos sopa para seis personas humanas.