Un filete de ternera que sobró del otro día, algo duros en la plancha, ergo hay que guisarlos en lugar de plancharlos. Y así planchaba así, así, / así planchaba que yo la ví. Pues bien, se ponen dos dientes de ajo laminados en una sartén y se trocea el filete, a continuación se saltea todo, se añade casi nada de sal, un poco de tomillo, pimienta y romero. Se dan dos vueltas más y más por enrear que por otra cosa, y se añade vino de oporto y agua hasta cubrir el invento. Fuego lento y a que se vaya evaporando el agua y el vino, que ya dejará su aroma dulzón y delicioso en la carne. Cuando la carne ya casi está, añadimos unos nízcalos, pinateles, rebullones, o como quieran que llamen vuesas mercedes a los Lactarius deliciosus. Ea, pues ya está almas mías de mi alma y de mi corazón, ahí tenéis unos
Nízcalos con ternera al oporto que están para chuparse los deos, de verdad de la buena. El plato lo he intentado adornar con sésamo y más tomillo seco.
2 comentarios:
Que mezcla más rica, sin más comentarios. Besos
Pues es sencilla y la verdad muy rica. Es fácil de hacer además, sólo tienes que procurar guisar bien los filetes para que resulten blanditos, lo de sabrosos te lo aseguro. Y ¡con poca sal! Saludos
Publicar un comentario