miércoles, 12 de febrero de 2020

Los chocos con habas del dueño

Mientras me reñía no recuerdo bien por qué causa o razón, que seguro que la tiene, me estuvo contando cómo hace las habas con choco. El director general y director ejecutivo además de tener a su cargo la planificación estratégica, con amplísimos poderes, que para eso es el dueño, es como es. De modo que les cuento su manera de hacer los chocos con habas, que ya saben que es plato levantisco, no huelvano, por mucho que ese sea el decir popular. En cada casa se hacen de una manera, tal como la soleá de Triana, que en cada portal de la calle Pureza tiene una manera de interpretarse.
Antier pasé por la puerta de la pescadería y vi que tenía unos chocos de trasmallo estupendos, pero como era temprano, me dije que luego a la vuelta compraba uno. Y a la vuelta me pasé primero por la frutería de Miguel, que es primo de la Érika, una alumna que tuve en Economía o en Arte, no me acuerdo en qué, pero alumna mía fue. Tenía, el Migué, no la Érika, unas habitas de esas que parecen judías verdes de las redondas, tela de chiqueninas, que ahora están de modas las cosas chicas, beibes les dicen. Pues le compré como un kilo o así. Cuando llegué a la pescadería, el hombre había vendido todos los chocos, pero me dijo que tenía congelados unos pocos y que eran iguales y además limpios. Hombre, iguales, iguales no creo que fueran, pero total, le compré un par de ellos porque eran terciaditos. El antojo de chocos con habas, pudo cumplirse y satisfacerse. Vamos allá.

Habas (tiernas) con chocos
ingredientes:
  • chocos
  • habas
  • cebolla
  • ajos
  • pimiento
  • cominos
  • pimentón dulce
  • pimienta
  • sal
elaboración:
Refrito con media cebolla, medio pimiento verde de los de freír y un par de dientes de ajo, Los chocos, cortados y limpios, al refrito directamente. Un ratito que se hagan bien los chocos y mientras vamos cortando las puntas de las habas y dejándolas en trozos razonables. Pimentón de la Vera, dulce, pimienta y cominos majados con un poco de sal. Más sal si iba poca, que lo normal es que sí, que vaya poca, y a dar dos vueltas. Echamos vino blanco (el Espina Pura de Sauci me encanta porque además me bebo un par de vasitos en el entretanto) y dejamos que se medio evapore. Las habas que ya tenemos cortaditas, dos vueltas y agua hasta cubrir suficientemente el conjunto. Se acabó. Cada cual que considere el tiempo que estime oportuno, según gusten las habas más o menos hechas. Una delicia, palabrita del Niño Jesús.

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