Ahora que los gurumelos se han puesto a tiros -a quince pavos los compré el otro día en el mercado del Carmen, de buen tamaño y todos cerrados- vamos a hacernos un arrocito con gurumelos que no se lo va a saltar un galgo.
Siempre estoy con lo mismo, pero vosotros no me hacéis caso: mezclar setas realza el sabor de las mismas y es de todo punto aconsejable. Para este arroz he utilizado gurumelos y champiñones normales y corrientes. El resultado es espectacular. Vamos al lío.
Arroz con gurumelos
ingredientes:
- arroz
- gurumelos y algún champiñón
- cebolla
- ajo
- pimiento
- zanahoria
- perejil
- azafrán
- vino blanco
- sal
- pimienta
elaboración:
Pues nada, la mar de fácil. Hacemos un refrito con cebolla, ajo, pimiento y zanahoria, más cualquier otra que tengáis en el frigorífico y se os vayan a echar a perder: calabacín, apio...
Pelamos los gurumelos -es la única seta del mundo que se pela- y lavamos los champiñones bajo el grifo -hay una teoría absurda que dice que si lavas las setas pierden el sabor, que hay que cepillarlas, pues vaya porquería de setas que usan por ahí, en fin-. Echamos las setas troceadas sobre el refrito cuando la cebolla esté transparente, añadimos un poco de azafrán majado con sal, más sal por si era poca y pimienta. El perejil le va que ni pintao y una pizca de tomillo tampoco os voy a decir que no. Damos dos o tres vueltas, añadimos un chorreoncito de vino blanco y a esperar que se evapore, lo cual será en un momento. Echamos el arroz y a pringarlo bien para que luego quede suelto pero cremoso, que es como tiene que quedar este plato.
Cubrimos de agua y a esperar a que el arroz esté en su punto. Anda que no.
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