lunes, 15 de junio de 2009

Tabulé, Margarita, Jorge y otros buenos recuerdos

Es que ni te mueves y ya estás sudando. Tenía previsto arreglar el seto, quitarlo más bien, pero ni se me ocurre. Tampoco tengo ganas de meterme en la cocina con este bochorno que sólo se puede salvar con aire acondicionado, otra barbaridad pero fresquita. En fin, que hoy cositas fáciles, rápidas y fresquitas a poder ser. Por ejemplo las croquetas de acedías que hacía mamá, que las guardaba en la memoria y no las hacía desde que murió la pobre, va ya para catorce años. El viernes hice un montón (ya que te pones) y un día de estos os digo como se hacen, por que hoy toca la ensalada que me acabo de hacer y que me recomendaba Selma (a lo mejor no lo hacemos exactamente igual) en un comentario reciente, así que levanto mi copa de cava, frío casi helado, y le dedico este que es suyo también
Tabulé.- Ahora venden un cuscus o cous cous precocido la mar de bueno. Antes había que traerlo del moro, pero ahora, con tanto moro como hay por aquí, pues hasta los fabricantes españoles de pastas se han lanzado a la elaboración de cous cous y lo hacen la mar de bien y la mar de buenos. Este que venden precocido sólo es menester ponerlo en agua fría un ratito y ya está, pero en todo caso, leeis las indicaciones del fabricante por si las moscas.
Pues mientras el cuscus se va hidratando y aumentando de volumen, nosotros nos ponemos a picar pequeño, en brunoise, un tomate al que le habremos quitado la piel y las simientes; un pimiento verde de los de freir; un trozo de pepino, como medio o así; una cebolleta fresca y unas aceitunas negras cortadas a la mitad o en tres aritos. A todo esto le añadimos unas pasas (por supuesto sin pepitas) que también será recomendable hidratar previamente en un vasito de agua. Reservamos todo y seguimos con el picoteo. Ahora le toca al perejil, al culantro (hojas verdes de cilantro) y a la hierbabuena. Se mezcla todo con el cuscus que ya estará hidratado y apto para soltarlo un poco tras habernos ayudado con un tenedor. Se pone zumo de limón, sal, pimienta y buen aceite de oliva virgen extra. Y a la nevera con todo ello. Se sirve fresquito en el centro de la mesa y que cada cual se sirva lo que le dé la gana.
Creo que no se me olvida nada, pero espero que Selma esté atenta y nos diga lo que falta o lo que sobra o cómo lo hace ella. A mí me lo enseñó a hacer Margarita, la mujer del pintor surrealista Jorge Camacho, que viven en París (allí es una receta muy habitual en restaurantes y hogares: fusión, integración...) la mayor parte del año, pero que solían aparecer por Doñana de vez en cuando, a Los Pajares, su casa. Jorge está atravesando unos momentos muy delicados de salud, así que espero verlo este verano para poder abrazarlo. Es un tío fenomenal, además de ser uno de los más interesantes pintores que he podido conocer en mi vida. De hecho este grandísimo artista cubano (con Margarita, su mujer, sacó la obra de Reynaldo Arenas de Cuba cuando este estaba en prisión y su obra fue destruída y silenciada. Lo cuenta la película "Antes de que anochezca, sobre la vida del escritor cubano y que interpretara magistralmente Javier Bardem) es el único pintor vivo del listado que en su día realizó André Breton. Además de pintor es un extraordinario fotógrafo y un naturalista y ornitólogo de primera línea, razón por la cual apareció a principios de los setenta por Doñana y ya nunca abandonó estos parajes, a los que estuvo ligado, intelectual y espiritualmente, y a los que estuvo viniendo ininterrumpidamente desde entonces hasta ahora.

7 comentarios:

Martine dijo...

He venido a tomar esta copa de cava contigo y decirte que eres un sol!
Mañana con toda la atención que tú y tu sensacional Post se merecen, vendré a por otro brindís y un comentario en condiciones..
Un abrazo de buenas noches, Bernardo...

Martine dijo...

Ya con algo más de calor que ayer noche.. me tienes aquí .. y a por otra copa de cava, bien fresquito de aperitivo...No me puedo creer el honor que me haces al dedicarme este Tabbouleh.. suerte que por comment no se me nota el rubor.. Gracias, Bernardo!
No es por nada pero lo hacemos idéntico tú y yo, a veces añado huevos duros en rodajas pero no siempre..lo mágico de este plato es que cada vez que lo sacas del frigorífico para darle con el tenedor, notas como se infla, se infla...Es en verano uno de mis platos favoritos y socorrido si te vienen visitas inesperadas.. suelo ponerlo como tú en el centro de la mesa y ¡hala! Cada uno que se sirva.. compartimos este gusto por el Cilantro, me gusta su sabor tan peculiar...Es una cocina para no cansarse... si pones además en la mesa otros platitos de mezze:Humus ,baba ghanoush y ensalada griega.. el todo con tostadas de sésamo...Uhmmm!

Me ha encantado saber de Margarita, Jorge ( A quién damos todos nuestros ánimos) y este pintor Cubano Reynaldo Arenas.. que estaba en el listado de Breton.. también lo estuvo Dalí.. pero ya sabemos..lo que dio de si.. luego..

Un abrazo muy cariñoso Bernardo y gracias nuevamente..A la espera de las croquetas de acedías

Bernardo Romero dijo...

Mon cheríe Selma, Jorge es el pintor y Reynaldo Arenas fue el escritor. Sobre ambos, dos personajes clave para entender el pensamiento iberoamericano del siglo XX, puedes utilizar de emergencia el mismo computador en el que estás ahora. En la wikipedia hay referencias de los dos, sobre todo de Reynaldo Arenas. En cuanto a Jorge quizás encuentres más entradas y referencias en Google.fr que en el español. En el blog de la escritora Zoe Valdés, existe una hermosa referencia al libro que el pintor publicó el año pasado: El erotismo profanatorio de la Santa Ana de Leonardo. Bueno, yo también a veces le pongo algo de huevo duro al tabulé, pero siempre me recuerda a Jorge y a Margarita, a las comidas en mi casa, bajo el limonero, y a las comidas en la casa que los dos artistas, Jorge y Margarita (que también es pintora aunque se haya dedicado sobre todo a difundir la obra y el pensamiento de Jorge Camacho), donde oficiaba ella en los fogones. En fin, espero ir a París este verano para verles. Un beso, y hasta pronto.

Martine dijo...

No voy a utilizar el recurso fácil de decir que la culpa es del cava.. ni mi estado de ánimos, no muy boyante, no...
Sencillamente que la he pifiado refiriéndome a unos y otros Personajes.. he tomado buena nota de todo y de tus enlaces.. Y lo voy a remediar...

Un abrazo cariñoso, Bernardo.. Gracias por tu paciencia con esta Nómada...

Anónimo dijo...

Bernardo, una preguntilla si puede ser, usted estaba el viernes pasado por la noche en La casona?

Saludos

Superchoco dijo...

Maestro, siento no haber podido comentar antes, tampoco me parecía oportuno interrumpir el intercambio de información entre Selma y usted.
Se agradece la receta fresquita, me encantan las de fusión étnica.
Agradezco también el aporte, sobre Jorge y Reynaldo. A este paso editamos la wikibernardo.
Tremendo post, maestro.
Saludos.

Bernardo Romero dijo...

El gran Andrés Marín me dio la idea de publicar unas memorias o así, pero de mis etapas más golfas y despendoladas. La verdad es que cuando sea mayor (mentalmente, quiero decir) seguro que lo escribiré, pues tuve la oportunidad de vivir con intensidad unos años como los setenta, a medio camino entre el surrealismo y el hiperrealismo, que daban cobertura a todo tipo de disparates. Desde la lucha contra el fraquismo a la experimentación y la psicodelia, pasando por los roncanroles más disparatados, fueron años que se vivieron estupendamente bien no sólo en Madrid o las grandes ciudades, sino también en provincias, donde la movida, por poner un ejemplo, también existió y además suficientemente transitada y elogiada por el personal que bajaba del foro. En fin, todo eso se escribirá en su momento, cuando la memoria (la mala memoria) me permita olvidar más aún los momentos chungos y recuperar todo aquello que vivimos tan veloz como alegremente. Eso te puedo asegurar que va a ser mucho mejor que la wikibernardo, je, je, je.
En cuanto a nuestro comunicante anónimo, le tengo que decir que no. Creo que La Casona es un bar que está frente por frente al Hotel Luz. Si es ese, estuve una noche pero de hace ya unos meses, con el Tallafé, que es amigo de Eduardo Trías, el director del Iberoamericano y estuvimos charlando y bebiendo. También estuve una tarde merendando con la gerusia del cine onubense: José Luís Ruíz, Vicente Quiroga y Julia Marquínez, que nos reunimos de vez en cuando para charlar de todo, pero sobre todo de cine. Y ya está, salgo poco. Me pasé la juventud y lo que no es la juventud dando vueltas de un lado para otro, así que ya no me apetece mucho salir y prefiero estar prácticamente todo el día en casa. Soy neohogareño, je, je, je. Un abrazo.