Estás para arriba y para abajo, luego no atiendes a tus criaturas como merecen. Quiere decirse con una alimentación adecuada. Es por ello que en la cocina debes dejarles platos preparados y fruta en abundancia. Con eso y un bizcocho que ellos se ocupan de comprar en la tienda de al lado, pues hasta mañana a las ocho, o a la hora que vuelvas a casa, que en eso no me voy a meter.
Este fin de semana, he dejado preparadas croquetas de setas, que ya os daré la receta mañana si me acuerdo, y una musaka de carne de ternera que me han picado en la carnicería. Aunque a algunos les pueda parecer que es una preparación larga y complicada, para que veáis que no, ahí va la
Receta de la Mousaka (griega mismamente).- Por un lado se pelan y cortan a lo largo y no demasiado finas, cuatro o cinco berenjenas, según tamaño de las mismas. A continuaçao se ponen en la rejilla del horno, con calor arriba y abajo (210º más o menos), con un poco de sal por encima. Como veis no hace falta quitarle el amargor a las berenjenas ni nada parecido, pues lo bueno es que sepan a eso, a berenjenas.
Mientras las berenjenas están en el horno ponemos en una sartén amplia una lámina de aceite y pochamos ahí, cebolla, ajos, pimiento y zanahorias, todo a gusto de cada cual y bien picadito. Cuando la cebolla empieza a ponerse transparente, se añade la carne picada y cuando la carne está cambiando de color, se añaden las especias: albahaca, orégano y una pizca de canela, más sal y pimienta. Una vez que se marea todo bien mareadito, se añade tomate triturado. Bastante tomate, para dejarlo que se haga a fueto medio y destapada la sartén o cazuela que estemos utilizando.
Ahora tenemos tiempo incluso de bebernos una copita de vino con un poco de queso o unas anchoítas, por ejemplo.
Estaremos atentos a que las berenjenas estén hechas, pero no demasiado secas. Insisto, las berenjenas tienen que notarse y su sabor también. En una fuente de horno ponemos una capa de berenjenas y encima la salsa de carne y tomate que ya estará lista, supongo, y si no, pues esperáis a que esté: otra copita de vino y ahora unos mejillones en escabeche, por ejemplo.
Sobre la capa de salsa de carne y tomate, otra capa de berenjenas, y luego otra de salsa, y luego otra de berenjenas. Ya está. Ahora solo es menester hacer una salsa bechamel que haremos de la manera suivant: en una cazuela amplia ponemos una lámina de aceite de oliva virgen extra del mejor, como siempre. Cuando empieza a calentar se añade harina y se dan vueltas con una cuchara de madera para ligar todo y hacer lo que se llama un roux, creo recordar que se llamaba esto. Es decir que se forme como una bola de harina y aceite, de modo que la harina esté bien cocinada, que es a lo que vamos. Vamos añadiendo leche y moviendo con la cuchara de madera y si vemos que hay muchos grumos, no importa, es lo normal, pero vais a ver como poco a poco ellos mismos irán desapareciendo. Nosotros a lo nuestro, que es añadir leche poco a poco y menear con la cuchara de madera y si los grumos son demasiado escandalosos, pues con las varillas de metal, pero no os preocupeis que los grumos irán desapareciendo. Es cuestión de tiempo.
Esta salsa bechamel se condimenta con nuez moscada y sal, solamente. Cuando esté bien homogénea, sin grumos y si hay algunos pues no importa, se saca del fuego y se espera unos veinte segundos para que coja un poquito de consistencia. Entonces se echa sobre la última capa de berenjenas que pusimos y por encima de todo queso rallado, si es griego pues mejor porque es lo propio, pero si no, pues el queso rallado que tengamos en casa para gratinar. Y eso, al horno a gratinar para que quede bien doradita por encima. Se acabó, chin, pon.
nota importante: mañana si me acuerdo pongo una foto de la musaka que hice para los niños esta mañana y que ya está a la mitad más o menos. Bueno, espero que quede algo para la foto, obviamente.
4 comentarios:
Me parece a mi maestro que, leyendo atentamente la receta y viendo lo apetecible del contenido, poco va a quedar para fotitos.
Supersaludos, maestro.
Yo estoy con el Súper, no creo que la cosa dé para afotitos, hay que ser más precavido y visitar al "chino" por las pilas cuando vuelva del carnicero.
Sobre la receta de las croquetas no tenga miedo en olvidarse,...yo se lo recuerdo.
Que buena la musaka, la mejor que pobre fue en Atenas, en una taberna, allí abajo de Monastiraki. Lastima que el camarero la había tomado conmigo y solo se la trajo a mi esposa, a pesar de mi insistencia en comerme una después de una escuálida ensalada. Nada, nada, que el individuo me noto gordito y me quiso poner a régimen. Que cruel fue. Realizaremos pues la receta indicada.
Efectivamente, apenas quedó un poco, el que aparece en la fotografía del post superior. En cuanto a las croquetas, Juanjo, ahí está la receta y todavía me quedan unas pocas para el jueves. Y a Pedro Huelva (tengo una foto en la mano de los Museos Capitolinos -premio- en la que aparezco con un dedo metido en la nariz ;) le puedo asegurar que esta musaka con berenjenas - moussaka me melitzanes - le va a salir como mínimo como la que su señora esposa se comió anca el camarero saborío. Un abrazo a los tres.
Publicar un comentario