Me lo acaba de contar maese Bada y acababa de comerme unas salchichas al vino. Dice que va un nota por la autovía a la altura de Gibraleón y ve a un tío tirao en la cuneta, retorciéndose de dolor. Aminora la velocidad, para el coche y se va a ver al nota y resulta que es el Alberto, un colega suyo: "¿Illo, cojone, que tapasao? Venga ya, que eso nosná" Y el otro allí con las manos entre las piernas muertecito de doló. Y el otro, insistiendo: "Venga ya, levantaté, que verás que no es ná". Y el Alberto: "Que no ni ná, mira ahí, mira ahí..." Y el nota ve un pedazo de Ferrari echo una mierda, pa la chatarra. Y le dice que no se preocupe, que con el dinero que tiene, se puede comprar diez ferraris iguales que ese o mejores. Y el Alberto, retorcío de doló: "Mira dentro, mira dentro..." Y el otro mira dentro del montón de chatarras y se encuentra a una rubia echa polvo, toa machacá. Se va otra vez para el Alberto y le dice, que da iguá, que se puede comprar diez ferraris y cien tías igual de buenas que la que está echa polvo dentro de lo que fue su coche. Y el Alberto, retorcío de doló y sin consuelo alguno, le vuelve a decir: "Que mires ahí, cojones, en la boca de la tía... cojone, en la boca de la tía...
Hombre, un poco basto es, pero tiene su gracia. Bueno, ya que estoy por aquí, una receta que es de lo que esto va... se supone. Ahí van las salchichas al vino que me acabo de vendimiar
Salchichas al vino.- Salchichas de cerdo para guisar, de esas que vienen en paquetes en el Hiper, o que te las venden al peso en la plaza de abastos. Como tres cuartos de kilo más o menos. Se pone en una cazuela amplia, que quepan todas en una capa bien puestecitas, una lámina mínima de aceite de oliva virgen extra y siete u ocho dientes de ajo partidos por la mitad, con piel y todo. Se refríe a fuego medio con dos hojas de laurel, o tres, que da igual que da lo mismo. Se dan tres o cuatro vueltas y se añaden las salchichas, se rehogan dándoles la vuelta cada cual como pueda, pero con las manos no, que te quemas. Se añade un poquito de azafrán majado con sal, pimienta y se vuelven a dar dos o tres vueltas. Se añade vino blanco del Condado (o del que os de la gana, pero que sea bueno), que cubra las salchichas (y si se quiere un poco de agua también) y se tapa a medias la cazuela. Siempre a fuego medio. Cuando el vino se ha ligado con los ajos y el aceite formándose una salsita la mar de rica, se retira del fuego y se sirve, normalmente con patatas fritas. Se come con un bollo de pan al lado para ir mojando.
1 comentario:
Cojona, qué buena pinta tiene y eso que no hay foto, yo aquí porque no tengo medios (ni ganas de gastarme la pasta en procurármelos), pero cuando vuelva paspaña te vas a enterar.
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