sábado, 19 de febrero de 2022

Veganismo pleno de sabor (para mi José Félix de mi alma)


Tayín de garbanzos y verduras

La mar de fácil y pleno de sabor. Esta para cuando venga José Félix a comer a casa, que no le importa que quienes estamos al lado nos comamos un chuletón. Es muy suyo, pero muy buena gente. Amigo de los de verdad.

ingredientes:

  • cebolla
  • ajos
  • jengibre fresco
  • cominos
  • canela molida
  • cúrcuma
  • mezcla de especias: ras al hanut o sazonador de pinchitos
  • tomate
  • nabo
  • zanahoria
  • apio
  • garbanzos previamente cocidos
  • frutos secos a vuestro gusto
  • miel
  • hierbabuena
  • pimienta
  • sal
  • cuscus para acompañar

elaboración:

Refrito de cebolla y ajos -si no tenéis tayín, pues en un perol amplio-. Cuando la cebolla empiece a ponerse transparente, añadimos jengibre fresco picado muy menudito, una cucharadita de cominos recién majados, canela en polvo a vuestro gusto, cúrcuma y una mezcla de especias también a vuestro gusto, por ejemplo ras al hanut, que ya lo venden hasta en los supermercados, o esa que venden como sazonador de pinchitos, la que sea. Añadimos medio tomate pelado y sin simientes, y picado, más un nabo no demasiado grande, pelado y troceado, una zanahoria y un trozo de apio, también cortados en porciones no demasiado pequeñas. La historia está en que queden enteras las verduras. Ea, a tapar el tayín -si es un perol lo tapáis también pero dejad alguna pequeña ranura-. Fuego mínimo o muy bajo.

Bueno, pues con veinte minutos o así, según lo que cada cual entienda por mínimo o bajo, estarán ya las verduras hechas pero no deshechas. Añadimos los garbanzos ya cocidos, los frutos secos que más nos gustén -a mí me da igual unos que otros, pero esta vez tenía higos pasos, dátiles, nueces, avellanas y almendras, todas crudas, claro-. Dejamos caer un hilo de miel por encima de todo esto, como rodeándolo, o sea que el hilo sea largo, y se acabó. Antes de servirlo probadlo a ver cómo está de sal, y ya en los platos ponéis un poco de hierbabuena recién picada, pero preguntad antes, porque hay gente muy rara que anda siempre que si no me gusta esto o no me gusta lo otro. En fin. Probad esta delicia, os va a encantar. Se deja acompañar bien con un poco de cuscus. 

lunes, 14 de febrero de 2022

Salmón para todos

 

En los últimos tiempos el salmón ha pasado a ser un pescado relativamente barato. Paso de daros razones para su consumo porque son de sobra conocidas, de modo que os comentaré simplemente que le cogí tirria a este pescado propio de las regiones donde habitaban unas tribus bárbaras que en cuatro ocasiones trataron de saquear las costas bajo andaluzas y en las cuatro ocasiones salieron escaldados, por cierto el río Escalda no anda muy lejos de allí, por el mar del Norte, costas de vikingos y otras gentes de mal vivir. En fin, lo de la tirria me viene de antiguo y no es por los bestias de los normandos, sino por quienes en otro tiempo se metieron a políticos para ponerse a comer salmón como locos. No sé lo que le verían al salmón, pero se pasaban el día hablando de que si salmón por aquí que si salmón por allá. Cosas de nuevos ricos. Después la cosa fue a peor, pero como ya la clase política me la trae floja, puedo comer salmón sin que se me atragante. 

Salmón en salsa de naranja

ingredientes:

  • salmón
  • naranja
  • cebolla
  • eneldo
  • harina
  • miel
  • pimienta
  • sal
elaboración:
Aunque pueda parecer muy complicado, la piel se le saca al salmón con mucha facilidad, ayudándonos de un cuchillo bien afilado y llevándolo firme por debajo de la piel. Salpimentamos los lomos que hayamos conseguido y le ponemos un poco de eneldo -especie bárbara también, como los vikingos y otras gentes de mal vivir- por encima. Reservamos. Cebolla cortada fina y a pochar en aceite de oliva -en los países salvajes del norte utilizan mantequilla-, para a continuación añadir una pizca de harina, dar unas vueltas y añadir el zumo de una naranja o dos si son pequeñas. En una sartén sellamos las piezas de salmón, dorándola por todos lados. Añadimos el salmón al guiso y si hiciera falta añadimos un poco de agua, no vaya a ser que no haya suficiente zumo o nos hayamos pasado con la harina. El tiempo dependerá de cada cual, pero si el salmón es de calidad deberían salir las lascas como si fueran lomos de bacalao de calidad superior. En fin, que no se os atragante.

Cocer alcauciles

 

Alcauciles con jamón

ingredientes

  • alcauciles
  • cebolla
  • ajos
  • vino blanco
  • jamón
  • caldo del puchero o agua en su defecto
  • pimienta
  • sal

elaboración:

Es una receta clásica, la única diferencia estriba en el modo de cocción. Es un truco fácil que me enseñó Diego el de la Bohemia. Se trata de cocer los alcauciles enteros y una vez cocidos esperar a que se enfríen y ya pasar a quitarle las hojas más duras, y cortarle las puntas. No sólo es menos complicado sino que se aprovecha incluso más del ejemplar. Por lo demás, todo como siempre: refrito de cebolla y ajos, cuando estén empezando a dorarse se añade un vaso de vino blanco, se espera un par de minutos para que reduzca un poco y se añaden las alcachofas, ya limpias y troceadas. Sal, pimienta y jamón. Se cubre con agua o con caldo del puchero, que es lo que hice yo porque siempre tengo caldo congelado. De hecho se me ha acabado y mañana mismo estoy poniendo garbanzos en remojo para hacer un puchero, o un cocido, ya veré, y a congelar caldo en recipientes pequeños para ir utilizándolos cuando los necesite. Ea, pues nada más, que disfrutéis de las alcachofas y procurad que estén cerradas y duras, que es señal de que están buenas. Condieu.

domingo, 23 de enero de 2022

A la manera del Magreb


 

Es muy fácil. Las apariencias engañan. Y sabroso como él solo.

Pollo con aceitunas y naranjas

ingredientes:

  • pollo de supermercado (luego lo explico)
  • cebolla
  • ajos
  • perejil
  • naranja
  • jengibre fresco
  • cúrcuma
  • mezcla de especias (luego lo explico)
  • aceitunas
  • pimienta
  • sal
elaboración
Lo del pollo del supermercado es para diferenciarlo de los que se crían en el campo de verdad, porque estos son mejores para guisarlos, no para el horno. Pues bien, como ya vienen limpios, no hace falta hacerles otra cosa más que sacarlos del envoltorio.
En el vaso de la batidora, de la picadora, o de lo que soláis usar, ponemos media cebolla si es grande o una entera si es pequeña, troceada, como es natural, dos o tres dientes de ajo, perejil a gusto de cada cual, los gajos de una naranja, jengibre fresco cortado en láminas más o menos finas, para que se muela bien, y sal. A batir hasta que esté todo bien picado. En un bol ponemos esta mezcla y le añadimos pimienta, cúrcuma y una mezcla de especia, la que tengáis más a mano: la india llamada garam masala o la magrebí llamada ras al hanut (lo mejor de cada casa viene a significar) que es más o menos la que venden en el supermercado bajo el nombre de mezcla para pinchitos. Mezclamos con las manos. Le ponemos un poco de sal al pollo y a continuación lo embadurnamos con la mezcla (que sobre porque la vamos a necesitar a continuación). Colocamos el pollo en un recipiente apto para hornos, si tenéis una rejilla, como la que vienen en los microondas, pues mejor, sobre la rejilla entonces. En el recipiente ponemos un poco de la mezcla que tenemos reservada, algo de agua y la rejilla en medio con el pollo encima. Ea, al horno, como a 180º.
En una cazuela ponemos lo que nos queda de la mezcla, un poco de sal, agua y a calentar a fuego medio. Añadimos las aceitunas deshuesadas y dejamos que se haga todo como diez minutos, cuidando que no se quede seco, en cuyo caso simplemente añadimos algo más de agua. 
Vamos al horno, comprobamos que se ha dorado por arriba (lo cual es lógico, porque al estar sobre la rejilla le da más calor desde arriba), pues le damos la vuelta al pollo y a que se termine de hacer. Cuando veamos que la carne se despega del hueso, en la parte de las patas, pues ya está. Se sirve sobre la salsa con las aceitunas. Y ale, a disfrutar.